“Porque no hará nada Jehova el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los profetas”. Amos 3:7.

Archivo para junio, 2008

Las Dos Bestias y La Imagen de La Bestia

Apocalipsis 13

1Y YO me paré sobre la arena del mar, y vi una bestia subir del mar, que tenía siete cabezas y diez cuernos; y sobre sus cuernos diez diademas; y sobre las cabezas de ella nombre de blasfemia.
2Y la bestia que vi, era semejante á un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dió su poder, y su trono, y grande potestad.

3Y vi una de sus cabezas como herida de muerte, y la llaga de su muerte fué curada: y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia.

4Y adoraron al dragón que había dado la potestad á la bestia, y adoraron á la bestia, diciendo: ¿Quién es semejante á la bestia, y quién podrá lidiar con ella?

5Y le fué dada boca que hablaba grandes cosas y blasfemias: y le fué dada potencia de obrar cuarenta y dos meses.

6Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar su nombre, y su tabernáculo, y á los que moran en el cielo.

7Y le fué dado hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También le fué dada potencia sobre toda tribu y pueblo y lengua y gente.

8Y todos los que moran en la tierra le adoraron, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero, el cual fué muerto desde el principio del mundo.

9Si alguno tiene oído, oiga.

10El que lleva en cautividad, va en cautividad: el que á cuchillo matare, es necesario que á cuchillo sea muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos.

11Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes á los de un cordero, mas hablaba como un dragón.
12Y ejerce todo el poder de la primera bestia en presencia de ella; y hace á la tierra y á los moradores de ella adorar la primera bestia, cuya llaga de muerte fué curada.

13Y hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo á la tierra delante de los hombres.

14Y engaña á los moradores de la tierra por las señales que le ha sido dado hacer en presencia de la bestia, mandando á los moradores de la tierra que hagan la imagen de la bestia que tiene la herida de cuchillo, y vivió.

15Y le fué dado que diese espíritu á la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia hable; y hará que cualesquiera que no adoraren la imagen de la bestia sean muertos.
16Y hacía que á todos, á los pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se pusiese una marca en su mano derecha, ó en sus frentes:

17Y que ninguno pudiese comprar ó vender, sino el que tuviera la señal, ó el nombre de la bestia, ó el número de su nombre.

18Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia; porque es el número de hombre: y el número de ella, seiscientos sesenta y seis.

Por la mañana

HIMNO Nº 38

POR LA MAÑANA

Fa Do Fa Rem Fa Do
Por la ma-ña-na, ¡oh Se-ñor!
Fa Do So7 Do
Elevo a ti mi voz
Fa Sib Do Fa Rem Sib Fa Do7
A tu buen nombre doy lo-or
Sib Do Fa Sib Do7 Fa
Con grati-tud, mi Dios

El sol brillante ya salió,
Camino en su luz
Del Salvador es símbolo,
Del magno Rey, Jesús

Los cielos cuentan al que cree
La gloria del Señor
La llama avivan de la fe
Y alientan el amor

En la mañana eterna, pues,
Contigo cuando esté
Yo del Cordero y de Moisés
El himno entonaré

El Hombre Nace Para La Afliccion

Job 5

1AHORA pues da voces, si habrá quien te responda; ¿Y á cuál de los santos te volverás?
2Es cierto que al necio la ira lo mata, Y al codicioso consume la envidia.

3Yo he visto al necio que echaba raíces, Y en la misma hora maldije su habitación.

4Sus hijos estarán lejos de la salud, Y en la puerta serán quebrantados, Y no habrá quien los libre.

5Su mies comerán los hambrientos, Y sacaránla de entre las espinas, Y los sedientos beberán su hacienda.

6Porque la iniquidad no sale del polvo, Ni la molestia brota de la tierra.

7Empero como las centellas se levantan para volar por el aire, Así el hombre nace para la aflicción.

8Ciertamente yo buscaría á Dios, Y depositaría en él mis negocios:

9El cual hace cosas grandes é inescrutables, Y maravillas que no tienen cuento:

10Que da la lluvia sobre la haz de la tierra, Y envía las aguas por los campos:

11Que pone los humildes en altura, Y los enlutados son levantados á salud:

12Que frustra los pensamientos de los astutos, Para que sus manos no hagan nada:

13Que prende á los sabios en la astucia de ellos, Y el consejo de los perversos es entontecido;

14De día se topan con tinieblas, Y en mitad del día andan á tientas como de noche:

15Y libra de la espada al pobre, de la boca de los impíos, Y de la mano violenta;

16Pues es esperanza al menesteroso, Y la iniquidad cerrará su boca.

17He aquí, bienaventurado es el hombre á quien Dios castiga: Por tanto no menosprecies la corrección del Todopoderoso.

18Porque él es el que hace la llaga, y él la vendará: El hiere, y sus manos curan.

19En seis tribulaciones te librará, Y en la séptima no te tocará el mal.

20En el hambre te redimirá de la muerte, Y en la guerra de las manos de la espada.

21Del azote de la lengua serás encubierto; Ni temerás de la destrucción cuando viniere.

22De la destrucción y del hambre te reirás, Y no temerás de las bestias del campo:

23Pues aun con las piedras del campo tendrás tu concierto, Y las bestias del campo te serán pacíficas.

24Y sabrás que hay paz en tu tienda; Y visitarás tu morada, y no pecarás.

25Asimismo echarás de ver que tu simiente es mucha, Y tu prole como la hierba de la tierra.

26Y vendrás en la vejez á la sepultura, Como el montón de trigo que se coge á su tiempo.

27He aquí lo que hemos inquirido, lo cual es así: Oyelo, y juzga tú para contigo.

Mi Socorro Viene de Jehova

Salmos 121

ALZARÉ mis ojos á los montes, De donde vendrá mi socorro.
Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.

No dará tu pie al resbaladero; Ni se dormirá el que te guarda.

He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda á Israel.

Jehová es tu guardador: Jehová es tu sombra á tu mano derecha.

El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche.

Jehová te guardará de todo mal: El guardará tu alma.

Jehová guardará tu salida y tu entrada, Desde ahora y para siempre.

Como fue en los dias de Noe, en los dias de Lot

Lucas 17

1Y A SUS discípulos dice: Imposible es que no vengan escándalos; mas ¡ay de aquél por quien vienen!
2Mejor le fuera, si le pusiesen al cuello una piedra de molino, y le lanzasen en el mar, que escandalizar á uno de estos pequeñitos.

3Mirad por vosotros: si pecare contra ti tu hermano, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale.

4Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día se volviere á ti, diciendo, pésame, perdónale.

5Y dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe.

6Entonces el Señor dijo: Si tuvieseis fe como un grano de mostaza, diréis á este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecerá.

7¿Y quién de vosotros tiene un siervo que ara ó apacienta, que vuelto del campo le diga luego: Pasa, siéntate á la mesa?

8¿No le dice antes: Adereza qué cene, y arremángate, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto, come tú y bebe?

9¿Da gracias al siervo porque hizo lo que le había sido mandado? Pienso que no.

10Así también vosotros, cuando hubiereis hecho todo lo que os es mandado, decid: Siervos inútiles somos, porque lo que debíamos hacer, hicimos.

11Y aconteció que yendo él á Jerusalem, pasaba por medio de Samaria y de Galilea.

12Y entrando en una aldea, viniéronle al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos,

13Y alzaron la voz, diciendo: Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros.

14Y como él los vió, les dijo: Id, mostraos á los sacerdotes. Y aconteció, que yendo ellos, fueron limpios.

15Entonces uno de ellos, como se vió que estaba limpio, volvió, glorificando á Dios á gran voz;

16Y derribóse sobre el rostro á sus pies, dándole gracias: y éste era Samaritano.

17Y respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpios? ¿Y los nueve dónde están?

18¿No hubo quien volviese y diese gloria á Dios sino este extranjero?

19Y díjole: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.

20Y preguntado por los Fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia;

21Ni dirán: Helo aquí, ó helo allí: porque he aquí el reino de Dios entre vosotros está.

22Y dijo á sus discípulos: Tiempo vendrá, cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis.

23Y os dirán: Helo aquí, ó helo allí. No vayáis, ni sigáis.

24Porque como el relámpago, relampagueando desde una parte de debajo del cielo, resplandece hasta la otra debajo del cielo, así también será el Hijo del hombre en su día.

25Mas primero es necesario que padezca mucho, y sea reprobado de esta generación.

26Y como fué en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del hombre.

27Comían, bebían, los hombres tomaban mujeres, y las mujeres maridos, hasta el día que entró Noé en el arca; y vino el diluvio, y destruyó á todos.

28Asimismo también como fué en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban;

29Mas el día que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y destruyó á todos:

30Como esto será el día en que el Hijo del hombre se manifestará.

31En aquel día, el que estuviere en el terrado, y sus alhajas en casa, no descienda á tomarlas: y el que en el campo, asimismo no vuelva atrás.

32Acordaos de la mujer de Lot.

33Cualquiera que procurare salvar su vida, la perderá; y cualquiera que la perdiere, la salvará.

34Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado, y el otro será dejado.

35Dos mujeres estarán moliendo juntas: la una será tomada, y la otra dejada.

36Dos estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado.

37Y respondiendo, le dicen: ¿Dónde, Señor? Y él les dijo: Donde estuviere el cuerpo, allá se juntarán también las águilas.