“Porque no hará nada Jehova el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los profetas”. Amos 3:7.

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Hagamos bien á todos, y mayormente á los de la fe

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1 HERMANOS, si alguno fuere tomado en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restaurad al tal con el espíritu de mansedumbre; considerándote á ti mismo, porque tú no seas también tentado.

2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros; y cumplid así la ley de Cristo.

3 Porque el que estima de sí que es algo, no siendo nada, á sí mismo se engaña.

4 Así que cada uno examine su obra, y entonces tendrá gloria sólo respecto de sí mismo, y no en otro.

5 Porque cada cual llevará su carga.

6 Y el que es enseñado en la palabra, comunique en todos los bienes al que lo instruye.

7 No os engañeis: Dios no puede ser burlado: que todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.

8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; que á su tiempo segaremos, si no hubiéremos desmayado.

10 Así que, entre tanto que tenemos tiempo, hagamos bien á todos, y mayormente á los domésticos de la fe.

11 Mirad en cuán grandes letras os he escrito de mi mano.

12 Todos los que quieren agradar en al carne, éstos os constriñen á que os circuncidéis, solamente por no padecer persecución por la cruz de Cristo.

13 Porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la ley; sino que quieren que vosotros seáis circuncidados, para gloriarse en vuestra carne.

14 Mas lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo me es crucificado á mí, y yo al mundo.

15 Porque en Cristo Jesús, ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino la nueva criatura.

16 Y todos los que anduvieren conforme á esta regla, paz sobre ellos, y misericordia, y sobre el Israel de Dios.

17 De aquí adelante nadie me sea molesto; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús.

18 Hermanos, la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.

Gálatas 6 Reina-Valera Antigua (RVA)

Llamaré al que no era mi pueblo, pueblo mío

VERDAD digo en Cristo, no miento, dándome testimonio mi conciencia en el Espíritu Santo,

Que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón.

Porque deseara yo mismo ser apartado de Cristo por mis hermanos, los que son mis parientes según la carne;

Que son israelitas, de los cuales es la adopción, y la gloria, y el pacto, y la data de la ley, y el culto, y las promesas;

Cuyos son los padres, y de los cuales es Cristo según la carne, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.

No empero que la palabra de Dios haya faltado: porque no todos los que son de Israel son Israelitas;

Ni por ser simiente de Abraham, son todos hijos; mas: En Isaac te será llamada simiente.

Quiere decir: No los que son hijos de la carne, éstos son los hijos de Dios; mas los que son hijos de la promesa, son contados en la generación.

Porque la palabra de la promesa es esta: Como en este tiempo vendré, y tendrá Sara un hijo.

10 Y no sólo esto; mas también Rebeca concibiendo de uno, de Isaac nuestro padre,

11 (Porque no siendo aún nacidos, ni habiendo hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme á la elección, no por las obras sino por el que llama, permaneciese;)

12 Le fué dicho que el mayor serviría al menor.

13 Como está escrito: A Jacob amé, mas á Esaú aborrecí.

14 ¿Pues qué diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera.

15 Mas á Moisés dice: Tendré misericordia del que tendré misericordia, y me compadeceré del que me compadeceré.

16 Así que no es del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.

17 Porque la Escritura dice de Faraón: Que para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi potencia, y que mi nombre sea anunciado por toda la tierra.

18 De manera que del que quiere tiene misericordia; y al que quiere, endurece.

19 Me dirás pues: ¿Por qué, pues, se enoja? porque ¿quién resistirá á su voluntad?

20 Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? Dirá el vaso de barro al que le labró: ¿Por qué me has hecho tal?

21 ¿O no tiene potestad el alfarero para hacer de la misma masa un vaso para honra, y otro para vergüenza?

22 ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar la ira y hacer notoria su potencia, soportó con mucha mansedumbre los vasos de ira preparados para muerte,

23 Y para hacer notorias las riquezas de su gloria, mostrólas para con los vasos de misericordia que él ha preparado para gloria;

24 Los cuales también ha llamado, es á saber, á nosotros, no sólo de los Judíos, mas también de los Gentiles?

25 Como también en Oseas dice: Llamaré al que no era mi pueblo, pueblo mío; Y á la no amada, amada.

26 Y será, que en el lugar donde les fué dicho: Vosotros no sois pueblo mío: Allí serán llamados hijos del Dios viviente.

27 También Isaías clama tocante á Israel: Si fuere el número de los hijos de Israel como la arena de la mar, las reliquias serán salvas:

28 Porque palabra consumadora y abreviadora en justicia, porque palabra abreviada, hará el Señor sobre la tierra.

29 Y como antes dijo Isaías: Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado simiente, Como Sodoma habríamos venido á ser, y á Gomorra fuéramos semejantes.

30 ¿Pues qué diremos? Que los Gentiles que no seguían justicia, han alcanzado la justicia, es á saber, la justicia que es por la fe;

31 Mas Israel que seguía la ley de justicia, no ha llegado á la ley de justicia.

32 ¿Por qué? Porque la seguían no por fe, mas como por las obras de la ley: por lo cual tropezaron en la piedra de tropiezo,

33 Como está escrito: He aquí pongo en Sión piedra de tropiezo, y piedra de caída; Y aquel que creyere en ella, no será avergonzado.

Romanos 9

Reina-Valera Antigua (RVA)

¿y cómo creerán á aquel de quien no han oído? ¿y cómo oirán sin haber quien les predique?

Romanos 10

1HERMANOS, ciertamente la voluntad de mi corazón y mi oración á Dios sobre Israel, es para salud.

2Porque yo les doy testimonio que tienen celo de Dios, mas no conforme á ciencia.

3Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado á la justicia de Dios.

4Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia á todo aquel que cree.

5Porque Moisés describe la justicia que es por la ley: Que el hombre que hiciere estas cosas, vivirá por ellas.

6Mas la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo á Cristo:)

7O, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para volver á traer á Cristo de los muertos.)

8Mas ¿qué dice? Cercana está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe, la cual predicamos:

9Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

10Porque con el corazón se cree para justicia; mas con la boca se hace confesión para salud.

11Porque la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.

12Porque no hay diferencia de Judío y de Griego: porque el mismo que es Señor de todos, rico es para con todos los que le invocan:

13Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

14¿Cómo, pues invocarán á aquel en el cual no han creído? ¿y cómo creerán á aquel de quien no han oído? ¿y cómo oirán sin haber quien les predique?

15¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio de la paz, de los que anuncian el evangelio de los bienes!

16Mas no todos obedecen al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído á nuestro anuncio?

17Luego la fe es por el oir; y el oir por la palabra de Dios.

18Mas digo: ¿No han oído? Antes bien, Por toda la tierra ha salido la fama de ellos, Y hasta los cabos de la redondez de la tierra las palabras de ellos.

19Mas digo: ¿No ha conocido esto Israel? Primeramente Moisés dice: Yo os provocaré á celos con gente que no es mía; Con gente insensata os provocaré á ira.

20E Isaías determinadamente dice: Fuí hallado de los que no me buscaban; Manifestéme á los que no preguntaban por mí.

21Mas acerca de Israel dice: Todo el día extendí mis manos á un pueblo rebelde y contradictor.

Prosigo al blanco, al premio de la soberana vocación de Dios en Cristo Jesús

Filipenses 3

1RESTA, hermanos, que os gocéis en el Señor. A mí, á la verdad, no es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro.

2Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos del cortamiento.

3Porque nosotros somos la circuncisión, los que servimos en espíritu á Dios, y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.

4Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno parece que tiene de qué confiar en la carne, yo más:

5Circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, Hebreo de Hebreos; cuanto á la ley, Fariseo;

6Cuanto al celo, perseguidor de la iglesia; cuanto á la justicia que es en la ley, irreprensible.

7Pero las cosas que para mí eran ganancias, helas reputado pérdidas por amor de Cristo.

8Y ciertamente, aun reputo todas las cosas pérdida por el eminente conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y téngolo por estiércol, para ganar á Cristo,

9Y ser hallado en él, no teniendo mi justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;

10A fin de conocerle, y la virtud de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, en conformidad á su muerte,

11Si en alguna manera llegase á la resurrección de los muertos.

12No que ya haya alcanzado, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si alcanzo aquello para lo cual fuí también alcanzado de Cristo Jesús.

13Hermanos, yo mismo no hago cuenta de haber lo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome á lo que está delante,

14Prosigo al blanco, al premio de la soberana vocación de Dios en Cristo Jesús.

15Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos: y si otra cosa sentís, esto también os revelará Dios.

16Empero en aquello á que hemos llegado, vamos por la misma regla, sintamos una misma cosa.

17Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad los que así anduvieren como nos tenéis por ejemplo.

18Porque muchos andan, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo:

19Cuyo fin será perdición, cuyo dios es el vientre, y su gloria es en confusión; que sienten lo terreno.

20Mas nuestra vivienda es en los cielos; de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;

21El cual transformará el cuerpo de nuestra bajeza, para ser semejante al cuerpo de su gloria, por la operación con la cual puede también sujetar á sí todas las cosas.