“Porque no hará nada Jehova el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los profetas”. Amos 3:7.

Archivo para octubre, 2008

¡Ay de los que á lo malo dicen bueno, y á lo bueno malo;

1AHORA cantaré por mi amado el cantar de mi amado á su viña. Tenía mi amado una viña en un recuesto, lugar fértil.
2Habíala cercado, y despedregádola, y plantádola de vides escogidas: había edificado en medio de ella una torre, y también asentado un lagar en ella: y esperaba que llevase uvas, y llevó uvas silvestres.

3Ahora pues, vecinos de Jerusalem y varones de Judá, juzgad ahora entre mí y mi viña.

4¿Qué más se había de hacer á mi viña, que yo no haya hecho en ella? ¿Cómo, esperando yo que llevase uvas, ha llevado uvas silvestres?

5Os mostraré pues ahora lo que haré yo á mi viña: Quitaréle su vallado, y será para ser consumida; aportillaré su cerca, y será para ser hollada;

6Haré que quede desierta; no será podada ni cavada, y crecerá el cardo y las espinas: y aun á las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella.

7Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá planta suya deleitosa. Esperaba juicio, y he aquí vileza; justicia, y he aquí clamor.

8¡Ay de los que juntan casa con casa, y allegan heredad á heredad hasta acabar el término! ¿Habitaréis vosotros solos en medio de la tierra?

9Ha llegado á mis oídos de parte de Jehová de los ejércitos, que las muchas casas han de quedar asoladas, sin morador las grandes y hermosas.

10Y diez huebras de viña producirán un zaque, y treinta modios de simiente darán tres modios.

11¡Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez; que se están hasta la noche, hasta que el vino los enciende!

12Y en sus banquetes hay arpas, vihuelas, tamboriles, flautas, y vino; y no miran la obra de Jehová, ni consideran la obra de sus manos.

13Por tanto mi pueblo fué llevado cautivo, porque no tuvo ciencia: y su gloria pereció de hambre, y su multitud se secó de sed.

14Por eso ensanchó su interior el sepulcro, y sin medida extendió su boca; y allá descenderá la gloria de ellos, y su multitud, y su fausto, y el que en él se holgaba.

15Y el hombre será humillado, y el varón será abatido, y bajados serán los ojos de los altivos.

16Mas Jehová de los ejércitos será ensalzado en juicio, y el Dios Santo será santificado con justicia.

17Y los corderos serán apacentados según su costumbre; y extraños comerán las gruesas desamparadas.

18¡Ay de los que traen la iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado como con coyundas de carreta,

19Los cuales dicen: Venga ya, apresúrese su obra, y veamos: acérquese, y venga el consejo del Santo de Israel, para que lo sepamos!

20¡Ay de los que á lo malo dicen bueno, y á lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!

21¡Ay de los sabios en sus ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos!

22¡Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebida;

23Los que dan por justo al impío por cohechos, y al justo quitan su justicia!

24Por tanto, como la lengua del fuego consume las aristas, y la llama devora la paja, así será su raíz como pudrimiento, y su flor se desvanecerá como polvo: porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel.

25Por esta causa se encendió el furor de Jehová contra su pueblo, y extendió contra él su mano, é hirióle; y se estremecieron los montes, y sus cadáveres fueron arrojados en medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor, antes está su mano todavía extendida.

26Y alzará pendón á gentes de lejos, y silbará al que está en el cabo de la tierra; y he aquí que vendrá pronto y velozmente.

27No habrá entre ellos cansado, ni que vacile; ninguno se dormirá ni le tomará sueño; á ninguno se le desatará el cinto de los lomos, ni se le romperá la correa de sus zapatos.

28Sus saetas amoladas, y todos sus arcos entesados; las uñas de sus caballos parecerán como de pedernal, y las ruedas de sus carros como torbellino.

29Su bramido como de león; rugirá á manera de leoncillos, rechinará los dientes, y arrebatará la presa; la apañara, y nadie se la quitará.

30Y bramará sobre él en aquel día como bramido de la mar: entonces mirará hacia la tierra, y he aquí tinieblas de tribulación, y en sus cielos se oscurecerá la luz.

Isaías 5

¡OH CUAN DULCE ES FIAR EN CRISTO!

Oh, cuán dulce es fiar en Cristo,
Y entregarse todo a Él;
Esperar en Sus promesas,
Y en Sus sendas serle fiel!

Coro

Jesucristo, Jesucristo,
Ya Tu amor probaste en mí;
Jesucristo, Jesucristo,
Siempre quiero fiar en Ti.

Es muy dulce fiar en Cristo,
Y cumplir Su voluntad,
No dudando Su Palabra,
Que es la luz y la verdad.

Coro

Siempre es grato fiar en Cristo,
Cuando busca el corazón,
Los tesoros celestiales,
De la paz y del perdón.

Coro

Siempre en Ti confiar yo quiero,
Mi precioso Salvador;
En la vida y en la muerte,
Protección me dé Tu amor.

Coro

Letra: Loui­sa M. R. Stead, 1882 (’Tis So Sweet to Trust in Je­sus); tra­du­ci­do de in­glès a es­pañ­ol por Vi­cen­te Men­do­za (1875-1955).

Música: Will­iam J. Kirk­pat­rick, 1882 (MI­DI, par­ti­tu­ra).

El mismo Señor con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo

1RESTA pues, hermanos, que os roguemos y exhortemos en el Señor Jesús, que de la manera que fuisteis enseñados de nosotros de cómo os conviene andar, y agradar á Dios, así vayáis creciendo.
2Porque ya sabéis qué mandamientos os dimos por el Señor Jesús.

3Porque la voluntad de Dios es vuestra santificación: que os apartéis de fornicación;

4Que cada uno de vosotros sepa tener su vaso en santificación y honor;

5No con afecto de concupiscencia, como los Gentiles que no conocen á Dios:

6Que ninguno oprima, ni engañe en nada á su hermano: porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y protestado.

7Porque no nos ha llamado Dios á inmundicia, sino á santificación.

8Así que, el que menosprecia, no menosprecia á hombre, sino á Dios, el cual también nos dió su Espíritu Santo.

9Mas acerca de la caridad fraterna no habéis menester que os escriba: porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis los unos á los otros;

10Y también lo hacéis así con todos los hermanos que están por toda Macedonia. Empero os rogamos, hermanos, que abundéis más;

11Y que procuréis tener quietud, y hacer vuestros negocios, y obréis de vuestras manos de la manera que os hemos mandado;

12A fin de que andéis honestamente para con los extraños, y no necesitéis de nada.

13Tampoco, hermanos, queremos que ignoréis acerca de los que duermen, que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.

14Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con él á los que durmieron en Jesús.

15Por lo cual, os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no seremos delanteros á los que durmieron.

16Porque el mismo Señor con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero:

17Luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes á recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

18Por tanto, consolaos los unos á los otros en estas palabras.

1 Tesalonicenses 4

Ai de Los Escribas y Fariseos

1ENTONCES habló Jesús á las gentes y á sus discípulos,
2Diciendo: Sobre la cátedra de Moisés se sentaron los escribas y los Fariseos:

3Así que, todo lo que os dijeren que guardéis, guardad lo y haced lo; mas no hagáis conforme á sus obras: porque dicen, y no hacen.

4Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; mas ni aun con su dedo las quieren mover.

5Antes, todas sus obras hacen para ser mirados de los hombres; porque ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos;

6Y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas;

7Y las salutaciones en las plazas, y ser llamados de los hombres Rabbí, Rabbí.

8Mas vosotros, no queráis ser llamados Rabbí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo; y todos vosotros sois hermanos.

9Y vuestro padre no llaméis á nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el cual está en los cielos.

10Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.

11El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo.

12Porque el que se ensalzare, será humillado; y el que se humillare, será ensalzado.

13Mas ¡ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; que ni vosotros entráis, ni á los que están entrando dejáis entrar.

14¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque coméis las casas de las viudas, y por pretexto hacéis larga oración: por esto llevaréis mas grave juicio.

15¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque rodeáis la mar y la tierra por hacer un prosélito; y cuando fuere hecho, le hacéis hijo del infierno doble más que vosotros.

16¡Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Cualquiera que jurare por el templo es nada; mas cualquiera que jurare por el oro del templo, deudor es.

17¡Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, ó el templo que santifica al oro?

18Y: Cualquiera que jurare por el altar, es nada; mas cualquiera que jurare por el presente que está sobre él, deudor es.

19¡Necios y ciegos! porque, ¿cuál es mayor, el presente, ó el altar que santifica al presente?

20Pues el que jurare por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él;

21Y el que jurare por el templo, jura por él, y por Aquél que habita en él;

22Y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por Aquél que está sentado sobre él.

23¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejasteis lo que es lo más grave de la ley, es á saber, el juicio y la misericordia y la fe: esto era menester hacer, y no dejar lo otro.

24¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, mas tragáis el camello!

25¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque limpiais lo que está de fuera del vaso y del plato; mas de dentro están llenos de robo y de injusticia.

26¡Fariseo ciego, limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera se haga limpio!

27¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque sois semejantes á sepulcros blanqueados, que de fuera, á la verdad, se muestran hermosos, mas de dentro están llenos de huesos de muertos y de toda suciedad.

28Así también vosotros de fuera, á la verdad, os mostráis justos á los hombres; mas de dentro, llenos estáis de hipocresía é iniquidad.

29¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos,

30Y decís: Si fuéramos en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus compañeros en la sangre de los profetas.

31Así que, testimonio dais á vosotros mismos, que sois hijos de aquellos que mataron á los profetas.

32¡Vosotros también henchid la medida de vuestros padres!

33¡Serpientes, generación de víboras! ¿cómo evitaréis el juicio del infierno?

34Por tanto, he aquí, yo envío á vosotros profetas, y sabios, y escribas: y de ellos, á unos mataréis y crucificaréis, y á otros de ellos azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad:

35Para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de Zacarías, hijo de Barachîas, al cual matasteis entre el templo y el altar.

36De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.

37¡Jerusalem, Jerusalem, que matas á los profetas, y apedreas á los que son enviados á ti! ¡cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina junta sus pollos debajo de las alas, y no quisiste!

38He aquí vuestra casa os es dejada desierta.

39Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.

Mateo 23 (Reina-Valera Antigua)