“Porque no hará nada Jehova el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los profetas”. Amos 3:7.

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¿Cómo hacer frente a la “economía del descarte”? El Papa propone este modelo económico

Imagen referencial / Papa Francisco. Foto: Lauren Cater / ACI Prensa.

Imagen referencial / Papa Francisco. Foto: Lauren Cater / ACI Prensa.


VATICANO, 04 Feb. 17 / 08:01 am (ACI).- La empresa, el desarrollo económico, no están reñidos con el desarrollo de la sociedad, con la construcción de un mundo más justo en el que todos participen de los beneficios y el desarrollo del progreso económico. El Papa Francisco apostó, de este modo, por el modelo de Economía de Comunión frente a otros modelos económicos que descartan a los más débiles.

Así lo dijo el Santo Padre en la audiencia que concedió, en el Aula Pablo VI del Vaticano, a los participantes en el encuentro “Economía de Comunión”, promovido por el Movimiento de los Focolares y que se está desarrollando en Castelgandolfo, Roma, del 1 al 5 de febrero.

El Pontífice reconoció que se trata de un proyecto del cual está desde hace tiempo “sinceramente interesado”.

La Economía de Comunión, impulsada por la fallecida fundadora del Movimiento de los Focolares, Chiara Lubich, desde 1991, es un movimiento internacional que reúne a empresarios, empresas, asociaciones, instituciones económicas, trabajadores, dirigentes, pobres, consumidores, ahorradores, investigadores, actores económicos, ciudadanos y familias.

La columna vertebral de la Economía de Comunión está representada por empresas y organizaciones productivas comprometidas con la erradicación de la pobreza y la injusticia social, con el objetivo de contribuir a la construcción de una economía y de una sociedad de comunión.

El Santo Padre destacó en su discurso que Economía y Comunión son “dos palabras que la cultura actual mantiene totalmente separadas y que, incluso, considera opuestas. Dos palabras que, sin embargo, ustedes han unido, recogiendo de ese modo la invitación que hace veinticinco años realizó Chiara Lubich, en Brasil, cuando, ante el escándalo de la desigualdad en la ciudad de Sao Paulo, pidió a los empresarios convertirse en agentes de comunión”.

Francisco subrayó que Chiara Lubich “inició una profunda transformación del modo de vivir la empresa. La empresa no sólo no tiene por qué destruir la comunión entre las personas, sino que incluso puede edificarla y promoverla”.

En su reflexión sobre la Economía de Comunión, el Papa se centró en tres aspectos: el dinero, la pobreza y el futuro.

No idolatrar el dinero

El Papa Francisco advirtió de la tentación de idolatrar el dinero, de convertirlo en una deidad en la que el afán por conseguir más beneficios económicos se convierte en un sustitutivo de la vida eterna. Para evitarlo, señaló, “es muy importante que en el centro de la economía de comunión se encuentre la comunión de sus bienes”.

Francisco recordó que “muchas veces he hablado del dinero como un ídolo”, y señaló que “no se puede entender el Reino que ha traído Jesús si no se libera de los ídolos, uno de los más potentes es el dinero”.

El Papa precisó que “el dinero es importante, sobre todo cuando no hay y dependemos de él para tener comida, poder enviar a los hijos a la escuela y garantizar su futuro”.

“Sin embargo, el dinero se convierte en ídolo cuando lo convertimos en un fin. La avaricia, que no por casualidad es uno de los pecados capitales, es un pecado de idolatría”, advirtió.

“Cuando el capitalismo hace de la búsqueda de beneficios su único fin, se convierte en una estructura idolátrica, en una forma de culto. La ‘diosa fortuna’ es, cada vez más, la nueva deidad de un determinado sistema de finanzas, y de todo ese sistema de juegos de azar que está destruyendo a millones de familias en todo el mundo y que ustedes, de forma justa, contrarrestan”.

Por el contrario, “la mejor forma y más específica de evitar hacer del dinero un ídolo es compartirlo con los demás, sobre todo con los pobres, o utilizarlo para ayudar a los jóvenes a estudiar y encontrar trabajo, venciendo la tentación idolátrica con la comunión”.

La pobreza

El Obispo de Roma criticó “ese capitalismo que produce descartados. El principal problema ético de este capitalismo es que produce descartados que luego trata de ocultar, tratar de hacer que no se vean”.

El Pontífice lamentó además la hipocresía de la sociedad actual: “los aviones que contaminan la atmósfera luego dedican una pequeña parte de lo recaudado en la venta de billetes en plantar árboles para compensar el daño causado. Las empresas del azar financian campañas para el tratamiento de jugadores con las patologías que ellos han ayudado a generar”.

“El día que las compañías de armas financien hospitales para tratar a niños mutilados por sus bombas, el sistema habrá alcanzado su culmen”, criticó.

“Si la Economía de Comunión quiere ser fiel a su carisma, no solo debe cuidar a las víctimas, sino que debe contribuir a construir un sistema en el que las víctimas sean cada vez menos. Mientras la economía siga produciendo víctimas y mientras haya una sola persona descartada, la comunión no se habrá implementado y la fiesta de la fraternidad universal no será plena”.

Por ello, el Papa exhortó a imitar al buen samaritano del Evangelio, aunque ello “no es suficiente”, hay que ir más allá y “cambiar las reglas del juego del sistema económico-social”.

“Un empresario que es solo buen samaritano, cumple con la mitad de su deber: sana a la víctima de hoy, pero no reduce el número de víctimas de mañana. Para la comunión, es necesario imitar al Padre misericordioso de la parábola del hijo pródigo y recibir en casa al hijo, al trabajador y al colaborador que se han equivocado, y abrazarlos y hacer una fiesta por ellos”.

El futuro de la Economía de Comunión

“La comunión y la empresa pueden convivir y crecer juntos”, aseguró el Santo Padre. “La Economía de Comunión tendrá futuro si la entregamos a todos y no se queda solo dentro de su casa”, indicó a los responsables del Movimiento de los Focolares.

“Llévenla a todos, y en primer lugar a los pobres y a los jóvenes que están necesitados. Necesitados, en primer lugar, de su espíritu, de su fraternidad respetuosa y humilde, de sus ganas de vivir, y no solo de su dinero”.

Francisco advirtió que la filantropía “es simplemente donar una parte de los beneficios, sin abrazar, sin tocar a las personas que reciben esos beneficios”.

“Por el contrario, también solo cinco panes y dos peces –en referencia al milagro de la multiplicación realizado por Jesús– pueden alimentar a toda una multitud si se comparten junto con toda nuestra vida”, aseguró.

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Nueva York y Nueva Jersey se recuperan lentamente del devastador paso de «Sandy»

Published on Nov 2, 2012 by 

La cifra de víctimas mortales en EE.UU. ascendió a 98, según datos provisionales de las aseguradoras de riesgos los daños podrían alcanzar los 50.000 millones de dólares.

La Cumbre subraya la brecha entre Norte y Sur de América

ALEJANDRA DE VENGOECHEA / CORRESPONSAL EN BOGOTÁ
Día 16/04/2012

La discordia imperante impidió inclusoel acuerdo sobreuna declaración final

La VI Cumbre de las Américas concluyó ayer en un marasmo de desacuerdos y un ambiente de discordia que pone de manifiesto la creciente brecha entre el Norte y el Sur del continente. Cuba seguirá ausente en futuras cumbres ante el veto mantenido por EE.UU. y Canadá. Nadie apoyó de frente la petición de soberanía argentina sobre las Malvinas. Se abordó la legalización del consumo de drogas pedida por los países más dañados por el narcotráfico, pero el «no» a su legalización fue rotundo por parte de EE.UU.

Esta cumbre —en la que se pretendía unificar políticas, ideologías y negocios en el continente americano— terminó sin consenso en Cartagena. Incluso sin declaración final. La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se marchó a toda prisa tras posar en la foto oficial; y la reunión entre el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y su homóloga brasileña, Dilma Rousseff, fue cancelada por motivos no aclarados. Una cumbre de contenidos fuertes, pero sin acuerdos ni conclusiones.

«Los dos temas políticos de la cumbre —Cuba, Malvinas— son en realidad lo que no se declara», dijo el presidente de Uruguay, José Mujica, quien indicó que «era lo previsible» y que la cumbre solo «va a tener coincidencias en puntos bastante obvios» como la desigualdad, la pobreza y el desarrollo.

«Lo curioso es que un conjunto de países con sustanciales diferencias en su manera de ver coinciden» en que Cuba «tiene que estar en la familia», subrayó Mujica. A su juicio, «desde el punto de vista diplomático, la postura inflexible de Estados Unidos le está haciendo perder cada vez más peso» en la región.

También el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó que si EE.UU. y Canadá «no rectifican» y aceptan a Cuba en el proceso de las Cumbres de las Américas, ésta «habrá sido la última».

Por su parte, el presidente estadounidense, Barack Obama, indicó que dará la bienvenida a una Cuba «libre» en próximas Cumbres, al reiterar que el país caribeño todavía «no se ha movido hacia la democracia» y el respeto a los derechos humanos.

Lo que ocurrió no es nuevo, y pone sobre el tapete la necesidad de estas cumbres. Las dos anteriores, por ejemplo, en Mar del Plata (2005) y Puerto España (2009), terminaron también sin declaración por posturas irreconciliables en varios de los asuntos propuestos. La de Cartagena es además la primera en la que los debates de los jefes de Estado y de Gobierno ni siquiera han sido públicos.

La sesión inaugural estaba previsto que fuera abierta y que se hicieran públicas las intervenciones de los 33 presidentes y primeros ministros. Pero ni caso. Sólo quedaron por escrito los acuerdos sobre seguridad, infraestructuras, telecomunicaciones, lucha contra la pobreza y los desastres naturales, los cinco ejes de la agenda oficial, cuyos compromisos se pactaron con anterioridad.

 

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La economía solidaria, tema del IX Foro de Trabajo Social que organiza la Universidad Pontificia Comillas

14 Y 15 de marzo: Las mesas redondas versarán sobre “Finanzas diferentes para transformar el mundo” y “Producción, empresa y emprendimiento solidario y sostenible”

12/03/2012 – MADRID (12-03-12).- «La economía solidaria: Retos y oportunidades para el trabajo social» es el tema del IX Foro de Trabajo Social organizado por la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, de la Universidad Pontificia Comillas, en colaboración con el Colegio Oficial de Trabajadores Sociales de Madrid, que se celebrará los días 14 y 15 de marzo de 2012, en el campus de Cantoblanco. La conferencia-coloquio inaugural “Economía democrática y solidaria” está cargo de Antoni Comin i Oliveres, profesor de Filosofía Social en ESADE, y la modera Pedro Cabrera Cabrera, profesor de Comillas. Durante los dos días se ofrecerán conferencias-coloquio, talleres y dos mesas redondas. La primera, “Finanzas diferentes para la transformación del mundo”, será el 14 de marzo, y en ella participarán Raimon Gassiot, representante de una cooperativa de servicios dedicada a recoger ahorro popular ético y solidario para proyectos de economía social; José María Crucelaegui, Gerente del Sector Social en Banca de Empresas e Instituciones de Triodos Bank (banco europeo independiente con experiencia en banca ética y sostenible); Silvia Rico, fundadora, Directora Adjunta e investigadora de la Fundación Nantik Lum, organización sin ánimo de lucro que promueve proyectos de desarrollo e investigación en microfinanzas; Clara Soler, responsable de socios de FIARE, proyecto de banca ética, ciudadana y cooperativa, y Carlos Ballesteros, moderador de la mesa, profesor de Comillas ICADE y militante activo por una economía de las personas. En la segunda mesa redonda, el 15 de marzo, hablarán sobre “producción, empresa y emprendimiento solidario y sostenible” Nieves Ramos, Presidenta de Faedei (Federación de Asociaciones de Empresas de Inserción de las Diferentes Comunidades del Estado Español); Raúl Rober, Presidente de Sostre Civic, un nuevo modelo de acceso a la vivienda, basado en cooperativas sin fin de lucro de modelos de cesión de uso; Carlos de la Higuera, socio fundador de la Cooperativa Gredos San Diego, y el moderador Carlos Arias, profesor de Economía Aplicada al Trabajo Social, en Comillas, emprendedor y gestor de diversas empresas de inserción social en Alicante. “Pobreza y medio ambiente: ¿otra dinámica de exclusión?” es el título de la segunda conferencia-coloquio, del 15 de marzo, impartida por José Ignacio García Jiménez, SJ, Director del Jesuit European Social Centre, en Bruselas, que moderará Miguel Juárez Gallego, SJ, profesor y coordinador de los trabajos fin de grado en Trabajo Social, en Comillas. También se ofrecerán tres talleres sobre vivienda, cooperativismo y empresas de inserción. Acto: IX Foro de Trabajo Social Fechas: 14 y 15 de marzo de 2012 Hora: 9:30 h Lugar: Universidad Pontificia Comillas, calle Universidad de Comillas, 3-5, Cantoblanco-Madrid

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¿Trae el Papa la solución a la crisis?

18.08.2011


Gabriel Calzada

Los activistas de lo que queda del movimiento 15M están indignados con la visita del Papa a España. Dicen que no quieren que se use «su dinero», refiriéndose con acierto al gasto público proveniente de los impuestos, para financiar la visita de un jefe de Estado extranjero que interesa a una parte importante pero concreta de la población.

Quieren que sean los interesados, de manera privada, quienes financien el servicio religioso y los eventos que rodean la JMJ si realmente lo valoran. Ojalá esa actitud hubiese sido la norma durante la última década porque en ese caso otro gallo nos hubiese cantado.

Sin embargo, los indignados se equivocan al dirigir sus críticas contra el Papa y la Jornada Mundial de la Juventud. Aciertan únicamente en el sentido de que sería conveniente desvincular totalmente a la Iglesia y a todos los grupos de beneficencia de los presupuestos del Estado, restaurando así la virtud moral de la verdadera solidaridad, pero no es menos cierto que este evento se financia en su práctica totalidad de manera privada y que la Iglesia Católica vive principalmente de donaciones voluntarias al contrario de lo que ocurre con multitud de ONGs, fundaciones, sindicatos, partidos políticos, empresas y entes públicos de todo pelaje.

Por fortuna, la separación entre Iglesia y Estado terminó con la existencia de una política religiosa de Estado que se pagaba con el dinero de todos los españoles. Lo que había antes de esa separación era un intervencionismo sobre el «mercado religioso» que ponía en tela de juicio la independencia de la Administración Pública y la sostenibilidad de la eclesiástica una vez se le quitara la «respiración asistida».

Si en el pasado la separación entre el Estado y la Iglesia se hizo imprescindible para garantizar una cierta sostenibilidad social, hoy se hace imperiosamente necesaria la separación entre el Estado y el mundo económico. La actual crisis económica no tiene otra solución a largo plazo que sacar las zarpas de la Administración Pública del mundo económico y evitar de paso el uso del BOE por parte de pseudoempresarios aliados al poder político para batir a la competencia sin necesidad de satisfacer al consumidor.

Quienes defienden la injerencia estatista en la vida económica argumentan que el Estado reduce la incertidumbre propia del mercado libre para darnos seguridad a los ciudadanos. Sin embargo, en el mundo real el intervencionismo económico provoca justo lo contrario de lo que pretende. Años y más años instigando a los bancos centrales (monopolios públicos) para generar mucho más crédito del que realmente existía provocaron un crecimiento insostenible y una crisis de la que será difícil salir.

A pesar de tener a sueldo a miles de economistas y de ser el principal causante de la burbuja financiera, la Administración Pública no vio venir la crisis ni cuando la tenía ya encima. Quienes «velan» por nuestra seguridad económica provocaron un paro de más del 20%. Los políticos echaron la culpa del desastre a los «empresarios y financieros avariciosos» cuyo único pecado fue reaccionar racionalmente a los incentivos de sus nefastas políticas públicas.

Es más, una vez reconocieron que vivíamos una «gran recesión» volvieron a aplicar el intervencionismo económico «por nuestro bien», expandiendo el gasto público con planes de despilfarro que ellos se empeñaban en llamar «de estímulo», endeudándonos aún más y usando el BCE como incineradora de la deuda pública basura arriesgando cargarse nuestra moneda.

Estas nuevas políticas estatistas, sumadas a la montaña ya preexistente, han impedido la recuperación económica y han provocado una gigantesca crisis de las finanzas públicas y del euro que amenazan con afectar gravísimamente a nuestra seguridad económica durante muchos años.

Una vez más los políticos buscan cabezas de turco detrás de cada esquina y tratan de convencernos de que los inversores que intentan protegerse de sus alocadas políticas económicas son los verdaderos responsables de la situación que vivimos, tal vez por no dejarse desplumar mansamente.

Incluso ahora que arrastrados por el hiperestado caemos por el despeñadero del desbarajuste presupuestario, la clase política culpa a las agencias de ráting por rebajar nuestra calificación crediticia cuando esto no es más que la inevitable consecuencia del intervencionismo fiscal y financiero que los políticos vendían como única escapatoria posible y que nos ha llevado a la ruina.

La crisis de la deuda pública ha dado paso a la crisis del mercado de valores y acabará, si nadie lo remedia a través de la reducción del tamaño del Estado y una batería de liberalizaciones, en una enorme crisis de la moneda con la que nos empobreceremos de forma miserable.

Los políticos, en busca permanente del voto que les otorgue los resortes del poder sobre sus conciudadanos, siguen prometiendo toda clase de supuestos derechos económicos que no consisten en otra cosa que en quitar a Juan para dar a Pedro un servicio que el propio Pedro podía haberse pagado individualmente o de manera coordinada con otras personas que tengan los mismos intereses.

La tentación de la casta política para manipular la economía, provocando distorsiones que hacen el crecimiento económico insostenible, es demasiado grande. No cabe esperar soluciones a esta crisis que lleguen desde arriba gracias a dosis adicionales de intervencionismo económico. La verdadera solución consiste en separar el Estado de la economía como en su día se separó la Iglesia del Estado.

Gabriel Calzada, presidente del Instituto Juan de Mariana.

Fuente http://www.expansion.com/2011/08/18/opinion/tribunas/1313692630.html

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