“Porque no hará nada Jehova el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los profetas”. Amos 3:7.

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La crisis venidera

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“Entonces el dragón fue airado contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo”.Apocalipsis 12:17.

En el cercano futuro veremos cumplirse estas palabras, cuando las iglesias protestantes se unan con el mundo y con el poder papal contra los observadores de los mandamientos. El mismo espíritu que movió a los papistas de siglos pasados, inducirá a los protestantes a seguir una conducta similar hacia aquellos que se mantienen leales a Dios.

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La Iglesia y el Estado están haciendo ahora preparativos para el conflicto futuro. Los protestantes están trabajando en forma disfrazada para llevar el domingo al frente, como lo hicieron los romanistas. En toda la tierra el papado está acumulando sus altas y macizas estructuras en cuyos secretos recintos se han de repetir sus antiguas persecuciones. Y se está preparando el camino para que se manifiesten en gran escala esos prodigios mentirosos por los cuales Satanás seduciría, si fuese posible, a los mismos escogidos.

El decreto que ha de proclamarse contra el pueblo de Dios será muy similar al que promulgó Asuero contra los judíos en el tiempo de Ester. El edicto persa brotó de la malicia de Amán hacia Mardoqueo. No porque Mardoqueo le hubiese hecho daño, sino porque se negaba a mostrarle la reverencia que pertenece solamente a Dios. La decisión del rey contra los judíos fue obtenida con falsas declaraciones por calumnias contra ese pueblo peculiar. Satanás inspiró el plan, a fin de librar la tierra de aquellos que preservaban el conocimiento del verdadero Dios. Pero sus maquinaciones fueron derrotadas por un poder contrario que reina entre los hijos de los hombres. Los ángeles que son poderosos en fortaleza fueron comisionados para que protegiesen al pueblo de Dios, y las maquinaciones de sus adversarios recayeron sobre sus propias cabezas.

El mundo protestante de hoy ve en el pequeño grupo que guarda el sábado un Mardoqueo a la puerta. Su carácter y su conducta, que expresan reverencia por la ley de Dios, son una reprensión constante para los que han desechado el temor de Jehová y están pisoteando su sábado; de alguna manera hay que deshacerse del molesto intruso.

La misma mente magistral que maquinó contra los fieles en siglos pasados sigue procurando librar la tierra de aquellos que temen a Dios y obedecen su ley. Satanás excitará indignación contra la humilde minoría que concienzudamente se niega a aceptar las costumbres y tradiciones populares. Hombres de posición y reputación se unirán con los inicuos y los viles para maquinar contra el pueblo de Dios. La riqueza, el genio y la educación se combinarán para cubrirlos de escarnio. Los perseguidores gobernantes, ministros de la religión y miembros de las iglesias conspirarán contra ellos. De viva voz y por la pluma, con jactanciosas amenazas y ridículo, procurarán destruir su fe. Por calumnias y airados llamamientos, despertarán las pasiones del pueblo. No teniendo un “Así dicen las Escrituras”, para presentarlo contra los defensores del sábado bíblico, recurrirán a promulgaciones opresivas para suplir la falta. Para obtener popularidad y apoyo, los legisladores cederán a la demanda de una ley dominical. Los que temen a Dios no pueden aceptar una institución que viola los preceptos del Decálogo. Sobre este campo de batalla se produce el último gran conflicto de la controversia entre la verdad y el error. Y no se nos deja en duda en cuanto al resultado. Ahora, como en los días de Mardoqueo, el Señor vindicará su verdad y su pueblo.

Por el decreto que imponga la institución del papado en violación a la ley de Dios, nuestra nación se separará completamente de la justicia. Cuando el protestantismo extienda la mano a través del abismo para asir la mano del poder romano, cuando se incline por encima del abismo para darse la mano con el espiritismo, cuando, bajo la influencia de esta triple unión, nuestro país repudie todo principio de su constitución como gobierno protestante y republicano, y haga provisión para la propagación de las mentiras y seducciones papales, entonces sabremos que ha llegado el tiempo en que se verá la asombrosa obra de Satanás, y que el fin está cerca.

Como el acercamiento de los ejércitos romanos fue para los discípulos una señal de la inminente destrucción de Jerusalén, esta apostasía podrá ser para nosotros una señal de que se llegó al límite de la tolerancia de Dios, de que nuestra nación colmó la medida de su iniquidad, y de que el ángel de la misericordia está por emprender el vuelo para nunca volver. Los hijos de Dios se verán entonces sumidos en aquellas escenas de aflicción y angustia de Jacob. Ascienden al cielo los clamores de los fieles y perseguidos. Y como la sangre de Abel clamó desde el suelo, hay voces que claman a Dios desde la tumba de los mártires, desde los sepulcros del mar, desde las cuevas de las montañas, desde las bóvedas de los conventos: “¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre de los que moran en la tierra?” Apocalipsis 6:10.

El Señor está haciendo su obra. Todo el cielo está conmovido. El Juez de toda la tierra ha de levantarse pronto para vindicar su autoridad insultada. La señal de la liberación será puesta sobre los que guardan los mandamientos de Dios, reverencian su ley y rechazan la marca de la bestia y su imagen.

Dios ha revelado lo que ha de acontecer en los postreros días, a fin de que su pueblo esté preparado para resistir la tempestad de oposición e ira. Aquellos a quienes se les han anunciado los sucesos que les esperan, no han de permanecer sentados en tranquila expectación de la tormenta venidera, consolándose con el pensamiento de que el Señor protegerá a sus fieles en el día de la tribulación. Hemos de ser como hombres que aguardan a su Señor, no en ociosa expectativa, sino trabajando fervientemente, con fe inquebrantable. No es ahora el momento de permitir que nuestras mentes se enfrasquen en cosas de menor importancia. Mientras los hombres están durmiendo, Satanás arregla activamente los asuntos de tal manera que el pueblo de Dios no obtenga misericordia ni justicia. El movimiento dominical se está abriendo paso en las tinieblas. Los dirigentes están ocultando el fin verdadero, y muchos de los que se unen al movimiento no ven hacia dónde tiende la corriente que se hace sentir por debajo. Los fines que profesan son benignos y aparentemente cristianos; pero cuando hablen, se revelará el espíritu del dragón.

Es nuestro deber hacer todo lo que está en nuestro poder para evitar el peligro que nos amenaza. Debemos esforzarnos por desarmar el prejuicio y colocarnos en la debida luz delante de la gente. Debemos presentarles realmente lo que está en cuestión, e interponer así la protesta más eficaz contra las medidas destinadas a restringir la libertad de conciencia. Debemos escudriñar las Escrituras para poder dar razón de nuestra fe. Dice el profeta: “Los impíos obrarán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero entenderán los entendidos”. Daniel 12:10.

Los que tienen acceso a Dios por Cristo tienen que hacer una obra importante. Ahora es el momento de echar mano del brazo de nuestra fuerza. La oración de los pastores y los miembros laicos debe ser la oración de David: “Tiempo es de actuar, oh Jehová; porque han invalidado tu ley”. Salmos 119:126. Lloren los siervos de Jehová entre el pórtico y el altar, clamando: “Perdona, oh Jehová a tu pueblo, y no pongas en oprobio tu heredad”. Joel 2:17.

Dios obró siempre en favor de su pueblo en su más extrema necesidad, cuando parecía haber menos esperanza de que se pudiese evitar la ruina. Los designios de los impíos enemigos de la iglesia están sujetos a su poder y su providencia es capaz de predominar sobre ellos. El puede obrar sobre los corazones de los estadistas; la ira de los turbulentos y desafectos aborrecedores de Dios, de su verdad y de su pueblo, puede ser desviada, como se desvían los ríos cuando él lo ordena. La oración mueve el brazo de la Omnipotencia. El que manda a las estrellas en su orden en el firmamento, cuya palabra domina a todo el mar, el mismo Creador infinito, obrará en favor de sus hijos si ellos le invocan con fe. El refrenará las fuerzas de las tinieblas, hasta que se dé al mundo la amonestación y todos los que quieran escucharla estén preparados para el conflicto.

“Ciertamente la ira del hombre te acarreará alabanza” -dice el salmista-: “tú reprimirás el resto de las iras”. Salmos 76:10. Dios quiere que la verdad probadora se destaque al frente y llegue a ser tema de examen y de discusión, aunque sea por el desprecio que se le imponga. Deben agitarse los espíritus. Toda controversia, todo oprobio y toda calumnia serán para Dios el medio de provocar investigación y despertar las mentes que de otra manera dormitarían.

Así fue en la historia pasada del pueblo de Dios. Por negarse a adorar la imagen de oro que Nabucodonosor había levantado, los tres hebreos fueron arrojados al horno ardiente. Pero Dios protegió a sus siervos en medio de las llamas, y la tentativa de imponer la idolatría resultó en que el conocimiento del verdadero Dios fue presentado a la congregación de príncipes y nobles del vasto reino de Babilonia.

Así sucedió también cuando se promulgó el decreto que prohibía que se hiciese oración a cualquier dios menos al rey. Como Daniel, según su costumbre, suplicaba tres veces por día al Dios del cielo, la atención de los príncipes gobernantes fue atraída a su caso. Tuvo oportunidad de hablar en su defensa, de demostrar quién es el verdadero Dios y presentar la razón por la cual él solo debe recibir la adoración y nosotros debemos rendirle alabanza y homenaje. Y al ser liberado Daniel del foso de los leones, se tuvo otra evidencia de que el Ser a quien adoraba era el Dios verdadero y vivo.

Así también el encarcelamiento de Pablo llevó el Evangelio ante reyes, príncipes y gobernantes que de otra manera no habrían tenido esa luz. Los esfuerzos hechos para retardar el progreso de la verdad servirán para impulsarlo y ensancharlo. Desde cualquier punto que se considere la verdad, su excelencia se destacará con claridad cada vez más intensa. El error requiere disfraz y ocultamiento. Se viste de manto angelical y toda manifestación de su verdadero carácter disminuye sus probabilidades de éxito.

Las personas a quienes Dios ha hecho depositarias de su ley no han de permitir que se oculte su luz. La verdad debe ser proclamada en los lugares oscuros de la tierra. Hay que hacer frente a los obstáculos y superarlos. Debe hacerse una gran obra, y esta obra ha sido confiada a los que conocen la verdad. Deben interceder poderosamente con Dios para obtener ayuda ahora. El amor de Cristo debe difundirse en su propio corazón. El Espíritu de Cristo debe ser derramado sobre ellos, y deben prepararse para subsistir en el juicio. Mientras se estén consagrando ellos mismos a Dios, un poder convincente acompañará sus esfuerzos para presentar la verdad a otros, y su luz hallará acceso a muchos corazones.

Ya no debemos dormir en el terreno encantado de Satanás, sino poner a requisición todos nuestros recursos y valernos de toda oportunidad que nos ha provisto la Providencia. La última amonestación ha de ser proclamada “a muchos pueblos y gentes y lenguas y reyes” (Apocalipsis 10:11), y se nos hace la promesa: “He aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” Mateo 28:20.

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, pp. 425-430.

Si sois vituperados en el nombre de Cristo, sois bienaventurado

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1 PUES que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también estad armados del mismo pensamiento: que el que ha padecido en la carne, cesó de pecado;

2 Para que ya el tiempo que queda en carne, viva, no á las concupiscencias de los hombres, sino á la voluntad de Dios.

3 Porque nos debe bastar que el tiempo pasado de nuestra vida hayamos hecho la voluntad de los Gentiles, cuando conversábamos en lascivias, en concupiscencias, en embriagueces, abominables idolatrías.

4 En lo cual les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfrenamiento de disolución, ultrajándoos:

5 Los cuales darán cuenta al que está aparejado para juzgar los vivos y los muertos.

6 Porque por esto también ha sido predicado el evangelio á los muertos; para que sean juzgados en carne según los hombres, y vivan en espíritu según Dios.

7 Mas el fin de todas las cosas se acerca: sed pues templados, y velad en oración.

8 Y sobre todo, tened entre vosotros ferviente caridad; porque la caridad cubrirá multitud de pecados.

9 Hospedaos los unos á los otros sin murmuraciones.

10 Cada uno según el don que ha recibido, adminístrelo á los otros, como buenos dispensadores de las diferentes gracias de Dios.

11 Si alguno habla, hable conforme á las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme á la virtud que Dios suministra: para que en todas cosas sea Dios glorificado por Jesucristo, al cual es gloria é imperio para siempre jamás. Amén.

12 Carísimos, no os maravilléis cuando sois examinados por fuego, lo cual se hace para vuestra prueba, como si alguna cosa peregrina os aconteciese;

13 Antes bien gozaos en que sois participantes de las aflicciones de Cristo; para que también en la revelación de su gloria os gocéis en triunfo.

14 Si sois vituperados en el nombre de Cristo, sois bienaventurados; porque la gloria y el Espíritu de Dios reposan sobre vosotros. Cierto, según ellos, él es blasfemado, mas según vosotros es glorificado.

15 Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, ó ladrón, ó malhechor, ó por meterse en negocios ajenos.

16 Pero si alguno padece como Cristiano, no se avergüence; antes glorifique á Dios en esta parte.

17 Porque es tiempo de que el juicio comience de la casa de Dios: y si primero comienza por nosotros, ¿qué será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?

18 Y si el justo con dificultad se salva; ¿á dónde aparecerá el infiel y el pecador?

19 Y por eso los que son afligidos según la voluntad de Dios, encomiéndenle sus almas, como á fiel Criador, haciendo bien.

1 Pedro 4

Reina-Valera Antigua (RVA)

No puede el mundo aborreceros á vosotros; mas á mí me aborrece, porque yo doy testimonio de él, que sus obras son malas.

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Y PASADAS estas cosas andaba Jesús en Galilea: que no quería andar en Judea, porque los Judíos procuraban matarle.

Y estaba cerca la fiesta de los Judíos, la de los tabernáculos.

Y dijéronle sus hermanos: Pásate de aquí, y vete á Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces.

Que ninguno que procura ser claro, hace algo en oculto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo.

Porque ni aun sus hermanos creían en él.

Díceles entonces Jesús: Mi tiempo aun no ha venido; mas vuestro tiempo siempre está presto.

No puede el mundo aborreceros á vosotros; mas á mí me aborrece, porque yo doy testimonio de él, que sus obras son malas.

Vosotros subid á esta fiesta; yo no subo aún á esta fiesta, porque mi tiempo aun no es cumplido.

Y habiéndoles dicho esto, quedóse en Galilea.

10 Mas como sus hermanos hubieron subido, entonces él también subió á la fiesta, no manifiestamente, sino como en secreto.

11 Y buscábanle los Judíos en la fiesta, y decían: ¿Dónde está aquél?

12 Y había grande murmullo de él entre la gente: porque unos decían: Bueno es; y otros decían: No, antes engaña á las gentes.

13 Mas ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo de los Judíos.

Juan 7:1-13
Reina-Valera Antigua (RVA)

 

Inquisición : Los Archivos Secretos de la Inquisición

 

[http://youtu.be/20cJHtfoAQw]

Inquisicion : Los Archivos Secretos de la Inquisición – Documental completo en Español.

Sol Lewit

Published on Feb 11, 2013

«Los Archivos Secretos de la Inquisición» es una obra documental que está estructurada en cuatro capítulos de 3 horas, 11 minutos de duración en total.. Capítulo 1º.-Extirpar a los herejes. Capítulo 2º.-Lágrimas de España. Capítulo 3º.-La guerra contra las ideas. Capítulo 4º.-El fin de la Inquisición.

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Amenazan quemar evangélicos si estos no se retractan de sus creencias en Oaxaca

 

México | Miércoles 1 de Mayo, 2013 | Por NoticiaCristiana.com |

El pastor evangélico, Leopoldo Alonso Silva, de la Iglesia Cristiana Independiente Pentecostés Getsemaní, ubicada en el Municipio San Juan Ozolotepec en Oaxaca, denunció que la comunidad y el Presidente Municipal Pedro Cruz González, han amenazado con quemar a los integrantes de la Iglesia evangélica o aventarlos a una barranca si no se retractan de sus creencias.

Amenazan quemar evangélicos si estos no se retractan de sus creencias en Oaxaca

En entrevista telefónica, Silva, afirmó al diario mexicano La Reforma que la intolerancia religiosa en la comunidad indígena y las amenazas son encabezadas por Pedro Cruz González y Salvador Rivera Cruz, presidente y secretario municipales, respectivamente.

El llamado de auxilio por la actitud de intolerancia religiosa que se vive en varias comunidades de Oaxaca se incrementó en esta población porque son las autoridades municipales las que ordenan que se les cierren los servicios, dijo el pastor.

Lo sorprendente es que tanto que el gobierno estatal a través de los Asuntos Religiosos de la Secretaría General de Gobierno les ha dicho que mejor paguen los 7 mil pesos de multa para ya no seguir teniendo conflictos con las autoridades.

Los cristianos evangélicos de la población de San Juan Ozolotepec, municipio de Miahuatlán, enfrentan persecución religiosa por parte del alcalde Cruz quien ya los amenazó de que los van a quemar “o a echar en un camión de redilas para tirarlos en la barranca”.

Recuerdan que desde el año 2011 cuando falleció Epifanio Reyes Ramírez, la autoridad municipal prohibió que se enterrara en el panteón municipal. Lo mismo sucedió en el mes de marzo de 2011 cuando falleció Elena Villavicencio Cruz.

El actual municipio mantiene esta misma postura y argumenta que, “por acuerdo del cabildo, se tiene que negar la sepultura a toda persona que profesa una religión distinta a la católica”.

El grupo de evangélicos de la Iglesia Pentecostés “Getsemaní”, está compuesto también por 18 menores de edad, uno de los cuales ya fue expulsado de la escuela secundaria porque sus compañeros lo han agredido por ser evangélico.

Se pudo establecer que los cristianos no tienen derechos en la comunidad, ni acceso a programas sociales. Les impiden trabajar sus tierras, incluso, la autoridad municipal está planeando la expulsión de todos los evangélicos con el argumento de que al no dar tequios deben ser expulsados conforme al estatuto comunal y están haciendo los trámites necesarios para sacarlos del padrón de comuneros.

También la autoridad les ha prohibido la construcción de un templo por eso los evangélicos temen que en cualquier momento, se desaten hechos de sangre y situaciones violentas por el hostigamiento y la violación a sus garantías como la libertad de creencia y de culto religioso.
El pastor Silva ha manifestado: “Tenemos miedo hermano, porque ya han pasado cosas desagradables y ahora nos quieren hasta quemar. Mismo testimonio que fue enseñado a las autoridades del gobierno estatal, sin embargo el director de asuntos religiosos del gobierno de Oaxaca, Francisco Zavaleta Rojas, ha dicho que es mejor que paguen la multa de 7 mil pesos que les están imponiendo por no ser católicos, para quitarse de problemas, mientras que el director de asuntos religiosos de Gobernación, Arturo Manuel Díaz León, continúa mencionando que en México “no hay intolerancia religiosa”.

Fuente: La Reforma

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Fuente

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Mirad, que nadie os engañe

Marcos 13

Reina-Valera Antigua (RVA)

13 Y SALIENDO del templo, le dice uno de sus discípulos: Maestro, mira qué piedras, y qué edificios.

Y Jesús respondiendo, le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? no quedará piedra sobre piedra que no sea derribada.

Y sentándose en el monte de las Olivas delante del templo, le preguntaron aparte Pedro y Jacobo y Juan y Andrés:

Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿y qué señal habrá cuando todas estas cosas han de cumplirse?

Y Jesús respondiéndoles, comenzó á decir: Mirad, que nadie os engañe;

Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañaran á muchos.

Mas cuando oyereis de guerras y de rumores de guerras no os turbéis, porque conviene hacerse así; mas aun no será el fin.

Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores serán estos.

Mas vosotros mirad por vosotros: porque os entregarán en los concilios, y en sinagogas seréis azotados: y delante de presidentes y de reyes seréis llamados por causa de mí, en testimonio á ellos.

10 Y á todas las gentes conviene que el evangelio sea predicado antes.

11 Y cuando os trajeren para entregaros, no premeditéis qué habéis de decir, ni lo penséis: mas lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo.

12 Y entregará á la muerte el hermano al hermano, y el padre al hijo: y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán.

13 Y seréis aborrecidos de todos por mi nombre: mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.

14 Empero cuando viereis la abominación de asolamiento, que fué dicha por el profeta Daniel, que estará donde no debe (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan á los montes;

15 Y el que esté sobre el terrado, no descienda á la casa, ni entre para tomar algo de su casa;

16 Y el que estuviere en el campo, no vuelva atrás á tomar su capa.

17 Mas ­ay de las preñadas, y de las que criaren en aquellos días!

18 Orad pues, que no acontezca vuestra huída en invierno.

19 Porque aquellos días serán de aflicción, cual nunca fué desde el principio de la creación que crió Dios, hasta este tiempo, ni será.

20 Y si el Señor no hubiese abreviado aquellos días, ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos que él escogió, abrevió aquellos días.

21 Y entonces si alguno os dijere: He aquí, aquí está el Cristo; ó, He aquí, allí está, no le creáis.

22 Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y darán señales y prodigios, para engañar, si se pudiese hacer, aun á los escogidos.

23 Mas vosotros mirad; os lo he dicho antes todo.

24 Empero en aquellos días, después de aquella aflicción, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su resplandor;

25 Y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes que están en los cielos serán conmovidas;

26 Y entonces verán al Hijo del hombre, que vendrá en las nubes con mucha potestad y gloria.

27 Y entonces enviará sus ángeles, y juntará sus escogidos de los cuatro vientos, desde el cabo de la tierra hasta el cabo del cielo.

28 De la higuera aprended la semejanza: Cuando su rama ya se enternece, y brota hojas, conocéis que el verano está cerca:

29 Así también vosotros, cuando viereis hacerse estas cosas, conoced que está cerca, á las puertas.

30 De cierto os digo que no pasará esta generación, que todas estas cosas no sean hechas.

31 El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.

32 Empero de aquel día y de la hora, nadie sabe; ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.

33 Mirad, velad y orad: porque no sabéis cuándo será el tiempo.

34 Como el hombre que partiéndose lejos, dejó su casa, y dió facultad á sus siervos, y á cada uno su obra, y al portero mandó que velase:

35 Velad pues, porque no sabéis cuándo el señor de la casa vendrá; si á la tarde, ó á la media noche, ó al canto del gallo, ó á la mañana;

36 Porque cuando viniere de repente, no os halle durmiendo.

37 Y las cosas que á vosotros digo, á todos las dijo: Velad.

 

Sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los infieles?

Foto: Pr. Rafael Perez / Iglesia del Evangelio Eterno, West Palm Beach, Florida – http://www.eternalgospel.com/

{Lea el caso de la demanda de la Asociación General de ASD, contra el Pr. Rafael Perez por usar el nombre Adventista del septimo Dia: http://www.laicos.org/perez.pdf }

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1¿OSA alguno de vosotros, teniendo algo con otro, ir á juicio delante de los injustos, y no delante de los santos?

2¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas?

3¿O no sabéis que hemos de juzgar á los angeles? ¿cuánto más las cosas de este siglo?

4Por tanto, si hubiereis de tener juicios de cosas de este siglo, poned para juzgar á los que son de menor estima en la iglesia.

5Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno que pueda juzgar entre sus hermanos;

6Sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los infieles?

7Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís antes la injuria? ¿por qué no sufrís antes ser defraudados?

8Empero vosotros hacéis la injuria, y defraudáis, y esto á los hermanos.

1 Corintios 6

El que perseverare hasta el fin, éste será salvo

3Y sentándose él en el monte de las Olivas, se llegaron á él los discípulos aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del mundo?

4Y respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.

5Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y á muchos engañarán.

6Y oiréis guerras, y rumores de guerras: mirad que no os turbéis; porque es menester que todo esto acontezca; mas aún no es el fin.

7Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares.

8Y todas estas cosas, principio de dolores.

9Entonces os entregarán para ser afligidos, y os matarán; y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.

10Y muchos entonces serán escandalizados; y se entregarán unos á otros, y unos á otros se aborrecerán.

11Y muchos falsos profetas se levantarán y engañarán á muchos.

12Y por haberse multiplicado la maldad, la caridad de muchos se resfriará.

13Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.
Mateo 3:3-13.

¿Quién nos apartará del amor de Cristo?

28Y sabemos que á los que á Dios aman, todas las cosas les ayudan á bien, es á saber, á los que conforme al propósito son llamados.

29Porque á los que antes conoció, también predestinó para que fuesen hechos conformes á la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos;

30Y á los que predestinó, á éstos también llamó; y á los que llamó, á éstos también justificó; y á los que justificó, á éstos también glorificó.

31¿Pues qué diremos á esto? Si Dios por nosotros, ¿quién contra nosotros?

32El que aun á su propio Hijo no perdonó, antes le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

33¿Quién acusará á los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.

34¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, quien además está á la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

35¿Quién nos apartará del amor de Cristo? tribulación? ó angustia? ó persecución? ó hambre? ó desnudez? ó peligro? ó cuchillo?

36Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo: Somos estimados como ovejas de matadero.

37Antes, en todas estas cosas hacemos más que vencer por medio de aquel que nos amó.

38Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,

39Ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Romanos 8:28-39.

Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído predicadlo desde los terrados

Mateo 10

1ENTONCES llamando á sus doce discípulos, les dió potestad contra los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y sanasen toda enfermedad y toda dolencia.

2Y los nombres de los doce apóstoles son estos: el primero, Simón, que es dicho Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo, hijo de Zebedeo, y Juan su hermano;

3Felipe, y Bartolomé; Tomás, y Mateo el publicano; Jacobo hijo de Alfeo, y Lebeo, por sobrenombre Tadeo;

4Simón el Cananita y Judas Iscariote, que también le entregó.

5á estos doce envió Jesús, á los cuales dió mandamiento, diciendo: Por el camino de los Gentiles no iréis, y en ciudad de Samaritanos no entréis;

6Mas id antes á las ovejas perdidas de la casa de Israel.

7Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.

8Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios: de gracia recibisteis, dad de gracia.

9No aprestéis oro, ni plata, ni cobre en vuestras bolsas;

10Ni alforja para el camino, ni dos ropas de vestir, ni zapatos, ni bordón; porque el obrero digno es de su alimento.

11Mas en cualquier ciudad, ó aldea donde entrareis, investigad quién sea en ella digno, y reposad allí hasta que salgáis.

12Y entrando en la casa, saludadla.

13Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá á vosotros.

14Y cualquiera que no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa ó ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.

15De cierto os digo, que el castigo será más tolerable á la tierra de los de Sodoma y de los de Gomorra en el día del juicio, que á aquella ciudad.

16He aquí, yo os envío como á ovejas en medio de lobos: sed pues prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.

17Y guardaos de los hombres: porque os entregarán en concilios, y en sus sinagogas os azotarán;

18Y aun á príncipes y á reyes seréis llevados por causa de mí, por testimonio á ellos y á los Gentiles.

19Mas cuando os entregaren, no os apuréis por cómo ó qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado qué habéis de hablar.

20Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.

21Y el hermano entregará al hermano á la muerte, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir.

22Y seréis aborrecidos de todos por mi nombre; mas el que soportare hasta el fin, éste será salvo.

23Mas cuando os persiguieren en esta ciudad, huid á la otra: porque de cierto os digo, que no acabaréis de andar todas las ciudades de Israel, que no venga el Hijo del hombre.

24El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor.

25Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de la familia llamaron Beelzebub, ¿cuánto más á los de su casa?

26Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.

27Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído predicadlo desde los terrados.

28Y no temáis á los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar: temed antes á aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.

29¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae á tierra sin vuestro Padre.

30Pues aun vuestros cabellos están todos contados.

31Así que, no temáis: más valéis vosotros que muchos pajarillos.

32Cualquiera pues que me confesare delante de los hombres, le confesaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos.

33Y cualquiera que me negare delante de los hombres, le negaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos.

34No penséis que he venido para meter paz en la tierra: no he venido para meter paz, sino espada.

35Porque he venido para hacer disensión del hombre contra su padre, y de la hija contra su madre, y de la nuera contra su suegra.

36Y los enemigos del hombre serán los de su casa.

37El que ama padre ó madre más que á mí, no es digno de mí; y el que ama hijo ó hija más que á mí, no es digno de mí.

38Y el que no toma su cruz, y sigue en pos de mí, no es digno de mí.

39El que hallare su vida, la perderá; y el que perdiere su vida por causa de mí, la hallará.

40El que os recibe á vosotros, á mí recibe; y el que á mí recibe, recibe al que me envió.

41El que recibe profeta en nombre de profeta, merced de profeta recibirá; y el que recibe justo en nombre de justo, merced de justo recibirá.

42Y cualquiera que diere á uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, en nombre de discípulo, de cierto os digo, que no perderá su recompensa.

Reina-Valera Antigua (RVA)