“Porque no hará nada Jehova el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los profetas”. Amos 3:7.

Archivo para noviembre, 2008

No temas, sino habla, y no calles

Hechos 18

1PASADAS estas cosas, Pablo partió de Atenas, y vino á Corinto.

2Y hallando á un Judío llamado Aquila, natural del Ponto, que hacía poco que había venido de Italia, y á Priscila su mujer, (porque Claudio había mandado que todos los Judíos saliesen de Roma) se vino á ellos;

3Y porque era de su oficio, posó con ellos, y trabajaba; porque el oficio de ellos era hacer tiendas.

4Y disputaba en la sinagoga todos los sábados, y persuadía á Judíos y á Griegos.

5Y cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba constreñido por la palabra, testificando á los Judíos que Jesús era el Cristo.

6Mas contradiciendo y blasfemando ellos, les dijo: sacudiendo sus vestidos: Vuestra sangre sea sobre vuestra cabeza; yo, limpio; desde ahora me iré á los Gentiles.

7Y partiendo de allí, entró en casa de uno llamado Justo, temeroso de Dios, la casa del cual estaba junto á la sinagoga.

8Y Crispo, él prepósito de la sinagoga, creyó al Señor con toda su casa: y muchos de los Corintios oyendo creían, y eran bautizados.

9Entonces él Señor dijo de noche en visión á Pablo: No temas, sino habla, y no calles:

10Porque yo estoy contigo, y ninguno te podrá hacer mal; porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad.

11Y se detuvo allí un año y seis meses, enseñándoles la palabra de Dios.

12Y siendo Galión procónsul de Acaya, los Judíos se levantaron de común acuerdo contra Pablo, y le llevaron al tribunal,

13Diciendo: Que éste persuade á los hombres á honrar á Dios contra la ley.

14Y comenzando Pablo á abrir la boca, Galión dijo á los Judíos: Si fuera algún agravio ó algún crimen enorme, oh Judíos, conforme á derecho yo os tolerara:

15Mas si son cuestiones de palabras, y de nombres, y de vuestra ley, vedlo vosotros; porque yo no quiero ser juez de estas cosas.

16Y los echó del tribunal.

17Entonces todos los Griegos tomando á Sóstenes, prepósito de la sinagoga, le herían delante del tribunal: y á Galión nada se le daba de ello.

18Mas Pablo habiéndose detenido aún allí muchos días, después se despidió de los hermanos, y navegó á Siria, y con él Priscila y Aquila, habiéndose trasquilado la cabeza en Cencreas, porque tenía voto.

19Y llegó á Efeso, y los dejó allí: y él entrando en la sinagoga, disputó con los Judíos,

20Los cuales le rogaban que se quedase con ellos por más tiempo; mas no accedió.

21Sino que se despidió de ellos, diciendo: Es menester que en todo caso tenga la fiesta que viene, en Jerusalem; mas otra vez volveré á vosotros, queriendo Dios. Y partió de Efeso.

22Y habiendo arribado á Cesarea subió á Jerusalem; y después de saludar á la iglesia, descendió á Antioquía.

23Y habiendo estado allí algún tiempo, partió, andando por orden la provincia de Galacia, y la Phrygia, confirmando á todos los discípulos.

24Llegó entonces á Efeso un Judío, llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras.

25Este era instruído en el camino del Señor; y ferviente de espíritu, hablaba y enseñaba diligentemente las cosas que son del Señor, enseñando solamente en el bautismo de Juan.

26Y comenzó á hablar confiadamente en la sinagoga: al cual como oyeron Priscila y Aquila, le tomaron, y le declararon más particularmente el camino de Dios.

27Y queriendo él pasar á Acaya, los hermanos exhortados, escribieron á los discípulos que le recibiesen; y venido él, aprovechó mucho por la gracia á los que habían creído:

28Porque con gran vehemencia convencía públicamente á los Judíos, mostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo.

Jesus Siempre Es El Mismo

Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos

Hebreos 13:8

Entonces nacerá tu luz como el alba…

1CLAMA á voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia á mi pueblo su rebelión, y á la casa de Jacob su pecado.
2Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese obrado justicia, y que no hubiese dejado el derecho de su Dios: pregúntanme derechos de justicia, y quieren acercarse á Dios.

3¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno halláis lo que queréis, y todos demandáis vuestras haciendas.

4He aquí que para contiendas y debates ayunáis, y para herir con el puño inicuamente; no ayunéis como hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto.

5¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que encorve su cabeza como junco, y haga cama de saco y de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, y día agradable á Jehová?

6¿No es antes el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, deshacer los haces de opresión, y dejar ir libres á los quebrantados, y que rompáis todo yugo?

7¿No es que partas tu pan con el hambriento, y á los pobres errantes metas en casa; que cuando vieres al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu carne?

8Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salud se dejará ver presto; é irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia.

9Entonces invocarás, y oirte ha Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el extender el dedo, y hablar vanidad;

10Y si derramares tu alma al hambriento, y saciares el alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el medio día;

11Y Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías hartará tu alma, y engordará tus huesos; y serán como huerta de riego, y como manadero de aguas, cuyas aguas nunca faltan.

12Y edificarán los de ti los desiertos antiguos; los cimientos de generación y generación levantarás: y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar.

13Si retrajeres del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y al sábado llamares delicias, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no hacinedo tus caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus palabras:

14Entonces te delelitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré á comer la heredad de Jacob tu padre: porque la boca de Jehová lo ha hablado.

Isaías 58 (Reina-Valera Antigua)

El Sabado

En respuesta a un eMAIL de SAIRA ISLEÑO:

Y FUERON acabados los cielos y la tierra, y todo su ornamento.

Y acabó Dios en el día séptimo su obra que hizo, y reposó el día séptimo de toda su obra que había hecho.

Y bendijo Dios al día séptimo, y santificólo, porque en él reposó de toda su obra que había Dios criado y hecho.

Genesis 2: 1-3.

Y santificad mis sábados, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová vuestro Dios.

Ezequiel 20:20

Espero hermano, o hermana que esta informacion te demuestre por que es necesario guardar el Sabado santo tal como lo indica la Biblia.

Feliz Sabado,

Arsenio

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ORIGEN Y CELEBRACIÓN

La palabra sábado proviene del hebreo Shabat y significa descanso o cesación.

El origen de éste día se remonta al tiempo de la creación, cuando Dios hizo los cielos y la tierra en seis días, y descansó en el día séptimo de aquello que había hecho; por ésta razón bendijo y santificó el sábado, señalándolo de una manera especial para su culto (Génesis 2:2-3).

En el libro de Éxodo, Moisés recuerda al pueblo de Israel el mandato de guardar el sábado y las sanciones a que se hacía merecedor quien infringía el día de reposo (Éxodo 16:22-30, 31:14-17).

La observancia del sábado era de tarde a tarde y debía ser santificado, cuidando hacer de la horas que este tiempo abarcaba, horas sagradas dedicadas a Dios, no haciendo las actividades cotidianas (Éxodo 23:12, Levítico 23:32).

EN EL NUEVO TESTAMENTO

El sábado era celosamente guardado por el pueblo judío, siendo las sinagogas los lugares de reunión en éste día de reposo (Hechos 15:21).

Nuestro Señor Jesucristo, como judío y por lo tanto súbdito a la ley, observó el mandamiento, y en varias ocasiones hizo ver la necesidad de utilizar éste día santificado para hacer sólo lo bueno delante de Dios (Marcos 1:21, 6:2; Mateo 12:9-14).

El celo de los judíos por éste día era utilizado para atacar a Nuestro Señor, porque consideraban que Él y sus discípulos profanaban el sábado, pero el Señor Jesús les hace ver su potestad como Señor aún del Sábado (Juan 7:23, 9:14; Lucas 14:1; Mateo 12:8).

En los apóstoles podemos observar continuidad en la guarda del día de reposo, pues consideraban que cumplían la voluntad de Jesús. En el libro de Hechos se les menciona predicando a Cristo en las sinagogas los días sábado.

En los viajes de Pablo, el apóstol de los gentiles, podemos apreciar que el estudio de la voluntad divina no se hacía únicamente en las sinagogas, sino en cualquier lugar de reunión para este fin (Hechos 9:20; 13:5,14,42,44; 16:13).

Los gentiles convertidos, al recibir la instrucción acerca de la observancia del sábado como día de descanso, obtienen la oportunidad de participar de las bendiciones del cumplimiento con la ley (Hechos 13:42; Hebreos 4:2, 4, 10-11).

EN LA IGLESIA DE DIOS

La Ley de Dios es Eterna y por lo tanto lo que Dios estableció no lo puede modificar el hombre.

La Iglesia de Dios cumple fielmente con la voluntad del Omnipotente expresada en el cuarto mandamiento (Éxodo 20:8-11).

Nuestro Señor Jesucristo, a quien se dio toda potestad tanto en el cielo como en la tierra, fue hecho súbdito a la Ley, cuanto más los que anhelamos participar de la promesa hecha a Abraham (Gálatas 3:29).

Nosotros, los que hemos venido a tomar parte de la buena oliva, hallamos en el Antiguo y Nuevo Testamento las razones dadas por el Omnipotente para la observancia del día de reposo, así como la forma en que debe guardarse:

No haciendo nuestros caminos
De tarde a tarde
Acercándonos a la casa de oración para oír la Palabra Divina y alabar al Dios de Israel
No es correcto comprar ni vender
No cocinar en el día sábado

¡Alégrate hermano!

Es fiesta a Jehová.

Acudamos juntos a la Casa de Oración en el Día Sábado de reposo, día Santificado, señal entre Dios y los hombres

Fuente: http://www.iglesiadedios-israelita.org/Sabado.html

El Séptimo Día como día de reposo

Los Adventistas del Séptimo Día creen en el sábado, el séptimo día de la semana según el calendario (salvo para el calendario gregoriano) como el verdadero día de reposo, basando esta creencia en el mandamiento divino encontrado en Éxodo 20:8-11 que dice «el séptimo día es Sábado (o reposo; Sábado proviene de «shabat» lo cual significa descanso, por eso se guarda ese día y no otro) para Jehová tu Dios» (Versión Reina-Valera 1960). Los Adventistas guardan este día como uno de 24 horas de puesta de sol a puesta de sol, comenzando el viernes por la tarde y por ende terminando el sábado por la tarde. La autoridad de Dios para escoger este día para ser adorado se fundamenta por Éxodo 20:11, que refiere al día de la creación en Génesis 2:1-3: Cuando Dios descansó, bendijó y santificó el séptimo día o Sábado para toda la humanidad. Por eso Cristo dijo en Marcos 2:28, donde manifiesta que el Hijo del Hombre es Señor aún del Sábado. Además, Salmos 111:7-8 revela que los mandamientos de Dios son eternos, «Las obras de sus manos son fieles y justas, confiables son todos sus Mandamientos, permanecen firmes eternamente y para siempre, hechos en verdad y en rectitud».

Cabe destacar, sin embargo, que los Adventistas del Séptimo Día creen en la salvación por gracia y la justificación por Fe en Cristo. Creen en los 10 mandamientos que Dios escribió con su dedo y su ley es inmutable (Los Diez Mandamientos, Éxodo Capítulo 20). El Sábado es parte de los 10 mandamientos, le dan considerablemente más importancia a guardar el séptimo día Sábado que la importancia que le dan otras denominaciones a la adoración en domingo bajo el argumento de que fue Dios mismo quien ordenó la adoración Sabática basada en sus 10 mandamientos, pues el domingo fue instaurado por el emperador Romano Constantino en su famoso edicto en el 321 D.C.

Jesucristo no cambió su ley ni el día de reposo:

«No penséis que he venido a abrogar la ley… sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasarán de la ley…» Mateo 5:17-18. (Versión Reina Valera 1960).
Esta cita de Mateo 5:17-18 revela que mientras exista este cielo y esta tierra, la ley de Dios, sus Diez mandamientos escritos por el dedo de Dios, no pueden ser cambiados o adulterados. Pues se prometen cielos nuevos y tierra nueva en Apoc. 21:1, por lo tanto, todavía existe el mismo cielo y la misma tierra, entonces los 10 Mandamientos todavía siguen vigentes para la humanidad, no así las leyes ceremoniales, pues Cristo fue el cordero real que murió por el pecador.

La Biblia profetiza que un poder humano trataría de cambiar la ley de Dios.

”…pensará cambiar los tiempos y la ley…” Daniel 7:25.

Entonces por dichas razones los Adventistas del Séptimo día se oponen firmemente al reposo Dominical, pues este proviene de tradiciones paganas; Los paganos adoraban diversos dioses ampliamente difundidos por todo el Imperio Romano antes, durante y después de la época del emperador Constantino, siendo uno de los principales, “Mitra” :el dios del sol. El día domingo era dedicado a ese dios. Hasta hoy, domingo en inglés es ”Sunday”, en alemán ”Sonntag” que significa ”día del sol”.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Adventismo