“Porque no hará nada Jehova el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los profetas”. Amos 3:7.

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Para el papa Francisco «es injusto» tildar de comunistas a los sacerdotes que hablan de los pobres

16.06.201512:23
Corresponsal
VATICANO

El Papa ha explicado que muchas veces se escucha decir: «Pero este sacerdote habla demasiado de pobreza, este obispo habla de pobreza, este cristiano, esta monja habla de pobreza «¿Son un poco comunistas no?»

Sin embargo, ha recordado, «la pobreza está precisamente en el centro del Evangelio. Si quitamos la pobreza del Evangelio, no se entenderí­a nada del mensaje de Jesús», afirmó este martes Francisco en su homilí­a de la misa matutina celebrada en la capilla de la
Casa de Santa Marta, según reproduce radio Vaticana.

La frase de Francisco recordó a las palabras del obispo brasileño Helder Cámara, cuyo proceso de beatificación fue abierto este año por Francisco, que pronunció: «Cuando alimenté a los pobres me llamaron santo; pero cuando pregunté por qué hay gente pobre me llamaron comunista».

El Papa agregó esta mañana que San Pablo, hablando a la Iglesia de Corinto, pone de manifiesto cuál es su verdadera riqueza: «Son ricos en cada cosa, en la fe, en la palabra, en el conocimiento, en el celo y en la caridad que les hemos enseñado». Así­ es la exhortación del Apóstol de los Gentiles, «dado que son ricos, sean abundantes también en esta obra generosa», en «esta colecta».

«Si tienen tanta riqueza en el corazón, esta riqueza tan grande -el celo, la caridad, la Palabra de Dios, el conocimiento de Dios- hagan que esta riqueza llegue a los bolsillos. Y ésta es una regla de oro. Cuando la fe no llega a los bolsillos, no es una fe genuina».

«Es una regla de oro que Pablo nos dice aquí­: ‘ustedes son ricos de tantas cosas, ahora, así­, sean abundantes en esta obra generosa’. Existe esta contraposición entre riqueza y pobreza», agregó Francisco.

«La Iglesia de Jerusalén es pobre, está con dificultades económicas, pero es rica, porque tiene el tesoro del anuncio evangélico. Y esta Iglesia de Jerusalén, pobre, ha enriquecido a la Iglesia de Corinto con el anuncio evangélico; le ha dado la riqueza del Evangelio», detalló el Sumo Pontí­fice.

«Ustedes -agregó el Santo Padre- que son ricos económicamente y que son ricos con tantas cosas, eran pobres sin el anuncio del Evangelio, pero han enriquecido a la Iglesia de Jerusalén, ensanchando el pueblo de Dios».

«De la pobreza viene la riqueza, es un intercambio mutuo», añadió Francisco.

«Cuando nosotros ayudamos a los pobres, no hacemos cristianamente obras de beneficencia. Esto es bueno, es humano pero ésta no es la pobreza cristiana que quiere Pablo, que predica Pablo», prosiguió.

«La pobreza cristiana es que yo doy de lo mí­o y no de lo superfluo, incluso de lo necesario al pobre, porque sé que él me enriquece. ¿Y por qué me enriquece el pobre? Porque Jesús ha dicho que él mismo está en el pobre», finalizó.

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El Papa recordó a víctimas y dijo que estamos ante la tercera guerra mundial

El Sumo Pontífice afirmó que la tercaera guerra mundial ya se libra «de manera gradual, con crímenes, matanzas y destrucción».

Por: Elpaís.com.co | AP

Sábado, Septiembre 13, 2014 – 9:01 a.m.
El Papa recordó a víctimas y dijo que estamos ante la tercera guerra mundial
El papa Francisco durante su visita al cementerio austro-húngaro en Fogliano di Redipuglia, en el norte de Italia.

Elpaís.com.co | AFP

El papa Francisco pidió el sábado al mundo que abandone su apatía ante lo que consideró la tercera guerra mundial que se «libra de manera gradual, con crímenes, matanzas y destrucción», ante la codicia de intereses y estrategias geopolíticas.

El pontífice buscó recordar a aquellas personas que fallecieron en la Primera Guerra Mundial que comenzó hace 100 años, pero su llamado a la paz se vuelve más urgente por las nuevas amenazas en Ucrania y Oriente Medio.

Durante una homilía al pie de un monumento dedicado a los 100.000 soldados italianos muertos en la Gran Guerra en Redipuglia, Italia, cerca de la frontera con Eslovenia, el Papa afirmó que «la guerra es una locura».

Al recordar a las víctimas de aquella conflagración bélica, Francisco subrayó que «hoy, también, las víctimas son muchas», caídas ante los «intereses, estrategias geopolíticas, la codicia del dinero y el poder».

El Pontífice afirmó que la tercera guerra se libra ya gradualmente; su visita del sábado al lugar tuvo un profundo significado personal.

«Incluso hoy, después de un segundo fracaso y otra guerra mundial, tal vez hablemos de una tercera, con crímenes, masacres y destrucción».

Un representante del Ministerio de Defensa de Italia presentó al Papa el récord militar de su abuelo, mientras que los padres de un soldado italiano muerto en Afganistán el año pasado presentaron a Francisco el distintivo sombrero de ala ancha decorado con pluma que usan los bersaglieri, famosos por su resistencia y su tradición de marchar a trote.

El abuelo del Papa, Giovanni Bergoglio, peleó en la ofensiva que lanzó Italia de 1915 a 1918 contra el imperio austro-húngaro y sobrevivió para inculcarle los horrores de la guerra. El abuelo era de la región de Piamonte, de donde provenían los bersaglieri. En otras ocasiones, el Papa ha dicho que conoció «muchas historias dolorosas de los labios de mi abuelo».

Antes de llegar al grandioso monumento, el Pontífice rezó en privado entre las filas de tumbas de soldados caídos de cinco naciones sepultados en un cementerio austrohúngaro, a sólo unos metros de ahí.

 

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«No soy un comunista, los pobres no son ideologí­a», dice el Papa, entrevistado por jóvenes belgas

Explica que le preocupa la exclusión de los jóvenes

«No soy un comunista, los pobres no son ideologí­a», dice el Papa, entrevistado por jóvenes belgas
El Papa Francisco responde a las preguntas de los jóvenes de Flandes

 

Actualizado 5 abril 2014
H. Sergio Mora / Zenit

 Después de la entrevista de Francisco a Spadaro, Benedicto XVI le envió 4 páginas de comentarios
 «Dios nos dice: no tengáis miedo a la ternura»: entrevista íntegra de Francisco en «La Stampa»
 Spadaro explica que el Papa se refería a «lo que significaba en la dictadura ser de derechas»
 «¿Eso lo ha dicho un comunista? No, no, lo ha dicho el apóstol Santiago»: Francisco y la coherencia
“No soy un comunista, lo que sucede es que la pobreza se encuentra en el centro del mensaje del evangelio”.

El papa Francisco pone las cosas negro sobre blanco, durante el encuentro con cinco jóvenes belgas que tuvo lugar en el Vaticano hace pocos días y cuyo vídeo fue difundido el viernes 4 de abril por la tarde en la web belga Deredactie.be.

 

El Papa les indica que hace dos meses una persona dijo que él era un comunista porque hablaba mucho de los pobres. “¡No, reiteró, ésta es una bandera del evangelio, la pobreza sin ideología!”.

Esta entrevista nació de un proyecto de comunicación: “Verse Vis”, de la pastoral juvenil flamenca y en el que trabajaron en total 15 jóvenes de idioma flamenco.

Su obispo, Lucas Van Looy, medió el 31 marzo pasado. Poco después Francisco los recibió en el Palacio Apostólico, los cinco jóvenes le interrogaron en inglés y el Papa respondió en italiano, indicando su deber de responder “a las inquietudes de los jóvenes”.

Los protagonistas titularon el video de unos treinta minutos: “Habemus Papam”.

“En este momento el hombre fue desplazado del centro de la historia y puesto en la periferia, mientas que al centro fue puesto el poder y el dinero”, dijo el Santo Padre.

Y lamentó que “en este momento los jóvenes son echados afuera. Como son echados los niños, no queremos niños, solamente familias pequeñas, y como son echados los ancianos”.

Y precisó que “muchos de ellos mueren por una eutanasia escondida, porque no son debidamente curados”.

Sobre el desempleo el Santo Padre indicó: “Y ahora también los jóvenes son echados: en Italia por ejemplo la desocupación de los de menos de 25 años es casi del 50 por ciento”.

[Según los datos de Eurostat tomados en noviembre de 2013, en España el paro juvenil en menores de 25 años es del 57,7%; en Europa la media es del 26,7%; nota de ReL]

El Papa Francisco les recordó que en Buenos Aires se encontró y habló con muchos políticos jóvenes, de derecha y de izquierda, y que le gustó porque “hablan con una nueva música, con un nuevo estilo de política”.

Luego, respondiendo a una pregunta formulada por los jóvenes belgas, Bergoglio afirmó sonriendo: «Me he equivocado y me equivoco. Se dice que el hombre es el único animal que cae dos veces en el mismo lugar. Los errores en mi vida han sido grandes maestros. Yo no diría que he aprendido de todos mis errores: de algunos no, soy terco. Pero de muchos otros errores he aprendido y esto me ha hecho bien».

Preguntado por un ejemplo concreto, el Papa respondió: «Voy a decirlo… Lo he escrito en un libro, es público. Fui nombrado superior muy joven, tenia 36 años, y he cometido muchos errores con el autoritarismo. Luego he aprendido que es necesario dialogar, ver lo que piensan los demás. Pero no lo he aprendido de una vez por todas… todavía me equivoco».

Los jóvenes belgas le preguntaron entonces si tiene miedo de algo, y el Papa respondió , sin dejar de sonreír , «¡De mí mismo! En el Evangelio, Jesús repite muchas veces: «¡No tengan miedo!» Muchas veces lo dice, porque sabe que el miedo es una cosa normal, entre comillas: tenemos miedo de los desafíos de la vida, miedo ante Dios. Todos tenemos miedo, todos. No tenemos que preocuparnos de tener miedo… Tienes que tratar de aclarar la situación. Hay un miedo malo y un temor bueno: este último es la prudencia. El miedo malo te destruye, no te deja hacer, y éste tenemos que tirarlo fuera».

Cuando uno de los jóvenes preguntó a Francisco si es feliz, él respondió sin vacilar: «Absolutamente, absolutamente estoy feliz. Tengo una cierta paz interior, una gran paz. Es una felicidad que viene con la edad y también con un camino… En mi vida y también ahora siempre he tenido problemas, pero esta felicidad no desaparece con los problemas».

 

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Papa advierte sobre la tentación de vivir sin Dios

Durante su mensaje dominical, Benedicto XVI centró su atención en el pasaje bíblico en el cual, Cristo pasa 40 días en el desierto y es tentado por el demonio con comida, poder y riquezas

Ciudad del Vaticano | Domingo 26 de febrero de 2012Notimex | El Universal11:16

 

El Papa Benedicto XVI advirtió hoy que existela tentación en el hombre de remover a Dios de su vida, pretendiendo que puede solucionar sus problemas y afrontar las dificultades dejando de lado la fe.

El pontífice hizo estas consideraciones durante su mensaje dominical con motivo del rezo del Angelus, pronunciado desde la ventana de su apartamento privado y ante varias miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro del Vaticano.

‘La tentación de remover a Dios, de poner orden por sí solos en uno y en el mundo contando únicamente con las propias capacidades, está siempre presente en la historia del hombre’, indicó.

El líder católico centró su atención en el pasaje bíblico en el cual Cristo pasa 40 días en el desierto y es tentado por el demonio con comida, poder y riquezas.

Esa lectura de la Biblia ha inspirado el tiempo de Cuaresma, justamente los 40 días antes de la celebración de la Pascua católica, periodo que comenzó a vivirse el miércoles último.

Según Joseph Ratzinger, el desierto referido en dicho texto puede indicar el estado de abandono y de soledad, un lugar de la debilidad del hombre donde no existen apoyos y seguridades, donde la tentación se puede hacer fuerte.

Señaló que el hombre no está jamás exento del todo de la tentación mientras vive, pero es con la paciencia y con la verdadera humildad que uno se puede volver más fuerte que cualquier enemigo.

‘La paciencia y la humildad de seguir cada día al señor, aprendiendo a construir nuestra vida no al exterior de él o como si no existiese, sino en él y con él, porque es la fuente de la verdadera vida’, afirmó.

‘El tiempo de Cuaresma es el momento propicio para renovar y hacer más fuerte nuestra relación con Dios, a través de la oración, los gestos de penitencia, las obras de caridad fraterna’, apuntó.

ypi

 

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Piden iglesias cristianas al Estado garantizar libertad religiosa

p281908-mexico_city-zocalo.jpgNotimex

2011-05-02 21:41:00

(Ampliación)

México, 2 May. (Notimex).- Las iglesias cristianas que existen en México, encabezadas por la Católica Apostólica Romana, pidieron al Estado mexicano propiciar y garantizar una verdadera libertad religiosa, la cual aún no se ve plasmada en las leyes.

En un documento de siete puntos titulado «Pronunciamiento ecuménico: Libertad religiosa para México», señalaron que «si el Estado busca procurar el bienestar integral de sus gobernados, debe esforzarse no sólo por atender las necesidades corporales de los mismos, sino por brindar las garantías necesarias para su desarrollo espiritual».

Agregaron que sobre todo se requiere ofrecer las condiciones de seguridad y de respeto para que todas las personas puedan profesar sus creencias sin amenazas externas o leyes coercitivas.

Consideraron que se debe propiciar y garantizar una verdadera libertad religiosa, que por ningún motivo debe quedar al margen de la Carta Magna, pues no se trata de una concesión benévola del Estado, sino de un derecho humano fundamental.

Las iglesias firmantes de dicho pronunciamiento ecuménico sostuvieron que de ello depende, en buena parte, la paz y la tranquilidad que merecen millones de mexicanos.

Condenaron enérgicamente los acontecimientos violentos que han tenido lugar en la Catedral metropolitana de la ciudad de México, «donde diferentes grupos de personas, sin una mínima noción de lo que es el respeto a la libertad religiosa, han profanado este recinto sagrado en más de 20 ocasiones desde el año 2006, sin que hayan sido sancionados».

Advirtieron que dichos acontecimientos violentos se deben a que México carece de un marco legal que permita ejercer acción punitiva contra quienes cometen este tipo de atropellos, lo cual provoca que los espacios de culto se encuentren en total estado de indefensión.

Las 15 iglesias cristianas que suscriben el documento, entre las que se encuentra la Católica Apostólica Ortodoxa Griega; la Católica Apostólica Ortodoxa Rusa y la Apostólica Anglicana, manifestaron su firme solidaridad con la Arquidiócesis de México y su arzobispo primado, Norberto Rivera.

Se comprometieron a permanecer unidas para defender los principios básicos de la sana convivencia, así como los valores religiosos y morales que prevalecen en sus doctrinas, por lo que cualquier ofensa o intromisión a un recinto de culto, será considerada una agresión a todas las iglesias en su conjunto.

«Apelamos a la conciencia de las autoridades para que estas mismas ordenanzas consideren al ser humano en toda su integridad –cuerpo y espíritu-, sobre todo en este país en el que la inmensa mayoría somos cristianos y buscamos la perfección de nuestra existencia según las leyes de Dios», subrayaron.

En el documento, difundido por la Conferencia del Episcopado Mexicano, pidieron «al Padre de los Cielos que nos ilumine y dé Luz a nuestras autoridades, para que hagamos de nuestro México un país de justicia, amor y paz, y donde se respete la vida de todo ser humano».

NTX/MAH/AGO

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De cierto, de cierto os digo, que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os hartasteis.

Juan 6

1Pasadas estas cosas, fuése Jesús de la otra parte de la mar de Galilea, que es de Tiberias.

2Y seguíale grande multitud, porque veían sus señales que hacía en los enfermos.

3Y subió Jesús á un monte, y se sentó allí con sus discípulos.

4Y estaba cerca la Pascua, la fiesta de los Judíos.

5Y como alzó Jesús los ojos, y vió que había venido á él grande multitud, dice á Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?

6Mas esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer.

7Respondióle Felipe: Doscientos denarios de pan no les bastarán, para que cada uno de ellos tome un poco.

8Dícele uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro:

9Un muchacho está aquí que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; ¿mas qué es esto entre tantos?

10Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar: y recostáronse como número de cinco mil varones.

11Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, repartió á los discípulos, y los discípulos á los que estaban recostados: asimismo de los peces, cuanto querían.

12Y como fueron saciados, dijo á sus discípulos: Recoged los pedazos que han quedado, porque no se pierda nada.

13Cogieron pues, é hinchieron doce cestas de pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron á los que habían comido.

14Aquellos hombres entonces, como vieron la señal que Jesús había hecho, decían: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.

15Y entendiendo Jesús que habían de venir para arrebatarle, y hacerle rey, volvió á retirarse al monte, él solo.

16Y como se hizo tarde, descendieron sus discípulos á la mar;

17Y entrando en un barco, venían de la otra parte de la mar hacia Capernaum. Y era ya oscuro, y Jesús no había venido á ellos.

18Y levantábase la mar con un gran viento que soplaba.

19Y como hubieron navegado como veinticinco ó treinta estadios, ven á Jesús que andaba sobre la mar, y se acercaba al barco: y tuvieron miedo.

20Mas él les dijo: Yo soy; no tengáis miedo.

21Ellos entonces gustaron recibirle en el barco: y luego el barco llegó á la tierra donde iban.

22El día siguiente, la gente que estaba de la otra parte de la mar, como vió que no había allí otra navecilla sino una, y que Jesús no había entrado con sus discípulos en ella, sino que sus discípulos se habían ido solos;

23Y que otras navecillas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber el Señor dado gracias;

24Como vió pues la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron ellos en las navecillas, y vinieron á Capernaum buscando á Jesús.

25Y hallándole de la otra parte de la mar, dijéronle: Rabbí, ¿cuándo llegaste acá?

26Respondióles Jesús, y dijo; De cierto, de cierto os digo, que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os hartasteis.
27Trabajad no por la comida que perece, mas por la comida que á vida eterna permanece, la cual el Hijo del hombre os dará: porque á éste señaló el Padre, que es Dios.

28Y dijéronle: ¿Qué haremos para que obremos las obras de Dios?

29Respondió Jesús, y díjoles: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.

30Dijéronle entonces: ¿Qué señal pues haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obras?

31Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dió á comer.

32Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dió Moisés pan del cielo; mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.

33Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.

34Y dijéronle: Señor, danos siempre este pan.

35Y Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida: el que á mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

36Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.

37Todo lo que el Padre me da, vendrá á mí; y al que á mí viene, no le hecho fuera.

38Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, mas la voluntad del que me envió.

39Y esta es la voluntad del que me envió, del Padre: Que todo lo que me diere, no pierda de ello, sino que lo resucite en el día postrero.

40Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero.

41Murmuraban entonces de él los Judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendí del cielo.

42Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?

43Y Jesús respondió, y díjoles: No murmuréis entre vosotros.

44Ninguno puede venir á mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.

45Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados de Dios. Así que, todo aquel que oyó del Padre, y aprendió, viene á mí.

46No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios, éste ha visto al Padre.

47De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.

48Yo soy el pan de vida.

49Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y son muertos.

50Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él comiere, no muera.

51Yo soy el pan vivo que he descendido del cielo: si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.

52Entonces los Judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos su carne á comer?

53Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no comiereis la carne del Hijo del hombre, y bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros.

54El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero.

55Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.

56El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.

57Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.

58Este es el pan que descendió del cielo: no como vuestros padres comieron el maná, y son muertos: el que come de este pan, vivirá eternamente.

59Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.

60Y muchos de sus discípulos oyéndo lo, dijeron: Dura es esta palabra: ¿quién la puede oir?

61Y sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, díjoles: ¿Esto os escandaliza?

62¿Pues qué, si viereis al Hijo del hombre que sube donde estaba primero?

63El espíritu es el que da vida; la carne nada aprovecha: las palabras que yo os he hablado, son espíritu y son vida.

64Mas hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús desde el principio sabía quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.

65Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir á mí, si no le fuere dado del Padre.

66Desde esto, muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.

67Dijo entonces Jesús á los doce: ¿Queréis vosotros iros también?

68Y respondióle Simón Pedro: Señor, ¿á quién iremos? tú tienes palabras de vida eterna.

69Y nosotros creemos y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios viviente.

70Jesús le respondió: ¿No he escogido yo á vosotros doce, y uno de vosotros es diablo?

71Y hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón, porque éste era el que le había de entregar, el cual era uno de los doce.

Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.

15Vienen, pues, á Jerusalem; y entrando Jesús en el templo, comenzó á echar fuera á los que vendían y compraban en el templo; y trastornó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;

16Y no consentía que alguien llevase vaso por el templo.

17Y les enseñaba diciendo: ¿No está escrito que mi casa, casa de oración será llamada por todas las gentes? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.

18Y lo oyeron los escribas y los príncipes de los sacerdotes, y procuraban cómo le matarían; porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba maravillado de su doctrina.

19Mas como fué tarde, Jesús salió de la ciudad.

Marcos 11:15-19.

Los príncipes de los sacerdotes y los ancianos, persuadieron al pueblo que pidiese á Barrabás, y á Jesús matase.

3Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, volvió arrepentido las treinta piezas de plata á los príncipes de los sacerdotes y á los ancianos,

4Diciendo: Yo he pecado entregando la sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué se nos da á nosotros? Viéras lo tú.

5Y arrojando las piezas de plata en el templo, partióse; y fué, y se ahorcó.

6Y los príncipes de los sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de los dones, porque es precio de sangre.

7Mas habido consejo, compraron con ellas el campo del alfarero, por sepultura para los extranjeros.

8Por lo cual fué llamado aquel campo, Campo de sangre, hasta el día de hoy.

9Entonces se cumplió lo que fué dicho por el profeta Jeremías, que dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, que fué apreciado por los hijos de Israel;

10Y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.

15Y en el día de la fiesta acostumbraba el presidente soltar al pueblo un preso, cual quisiesen.

16Y tenían entonces un preso famoso que se llamaba Barrabás.

17Y juntos ellos, les dijo Pilato; ¿Cuál queréis que os suelte? ¿á Barrabás ó á Jesús que se dice el Cristo?

18Porque sabía que por envidia le habían entregado.

19Y estando él sentado en el tribunal, su mujer envió á él, diciendo: No tengas que ver con aquel justo; porque hoy he padecido muchas cosas en sueños por causa de él.

20Mas los príncipes de los sacerdotes y los ancianos, persuadieron al pueblo que pidiese á Barrabás, y á Jesús matase.

21Y respondiendo el presidente les dijo: ¿Cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: á Barrabás.

22Pilato les dijo: ¿Qué pues haré de Jesús que se dice el Cristo? Dícenle todos: Sea crucificado.

23Y el presidente les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Mas ellos gritaban más, diciendo: Sea crucificado.

24Y viendo Pilato que nada adelantaba, antes se hacía más alboroto, tomando agua se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo veréis lo vosotros.

25Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.

26Entonces les soltó á Barrabás: y habiendo azotado á Jesús, le entregó para ser crucificado.

57Y como fué la tarde del día, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, el cual también había sido discípulo de Jesús.

58Este llegó á Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús: entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo.

59Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia,

60Y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña: y revuelta una grande piedra á la puerta del sepulcro, se fué.

61Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro.

62Y el siguiente día, que es después de la preparación, se juntaron los príncipes de los sacerdotes y los Fariseos á Pilato,

63Diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré.

64Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el día tercero; porque no vengan sus discípulos de noche, y le hurten, y digan al pueblo: Resucitó de los muertos. Y será el postrer error peor que el primero.

65Y Pilato les dijo: Tenéis una guardia: id, aseguradlo como sabéis.

66Y yendo ellos, aseguraron el sepulcro, sellando la piedra, con la guardia.

Mateo 27:3-10,15-26,57-66.

11Y yendo ellas, he aquí unos de la guardia vinieron á la ciudad, y dieron aviso á los príncipes de los sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido.

12Y juntados con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero á los soldados,

13Diciendo: Decid: Sus discípulos vinieron de noche, y le hurtaron, durmiendo nosotros.

14Y si esto fuere oído del presidente, nosotros le persuadiremos, y os haremos seguros.

15Y ellos, tomando el dinero, hicieron como estaban instruídos: y este dicho fué divulgado entre los Judíos hasta el día de hoy.

Mateo 28:11-15.

¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que digo?

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39Y les decía una parábola: ¿Puede el ciego guiar al ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?

40El discípulo no es sobre su maestro; mas cualquiera que fuere como el maestro, será perfecto.
41¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y la viga que está en tu propio ojo no consideras?

42¿O cómo puedes decir á tu hermano: Hermano, deja, echaré fuera la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga, que está en tu ojo? Hipócrita, echa primero fuera de tu ojo la viga, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano.

43Porque no es buen árbol el que da malos frutos; ni árbol malo el que da buen fruto.

44Porque cada árbol por su fruto es conocido: que no cogen higos de los espinos, ni vendimian uvas de las zarzas.

45El buen hombre del buen tesoro de su corazón saca bien; y el mal hombre del mal tesoro de su corazón saca mal; porque de la abundancia del corazón habla su boca.

46¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que digo?

47Todo aquel que viene á mí, y oye mis palabras, y las hace, os enseñaré á quién es semejante:

48Semejante es al hombre que edifica una casa, el cual cavó y ahondó, y puso el fundamento sobre la peña; y cuando vino una avenida, el río dió con ímpetu en aquella casa, mas no la pudo menear: porque estaba fundada sobre la peña.

49Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; en la cual el río dió con ímpetu, y luego cayó; y fué grande la ruina de aquella casa.

Lucas 6:39-49 (Reina-Valera Antigua)