“Porque no hará nada Jehova el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los profetas”. Amos 3:7.

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La crisis venidera

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“Entonces el dragón fue airado contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo”.Apocalipsis 12:17.

En el cercano futuro veremos cumplirse estas palabras, cuando las iglesias protestantes se unan con el mundo y con el poder papal contra los observadores de los mandamientos. El mismo espíritu que movió a los papistas de siglos pasados, inducirá a los protestantes a seguir una conducta similar hacia aquellos que se mantienen leales a Dios.

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La Iglesia y el Estado están haciendo ahora preparativos para el conflicto futuro. Los protestantes están trabajando en forma disfrazada para llevar el domingo al frente, como lo hicieron los romanistas. En toda la tierra el papado está acumulando sus altas y macizas estructuras en cuyos secretos recintos se han de repetir sus antiguas persecuciones. Y se está preparando el camino para que se manifiesten en gran escala esos prodigios mentirosos por los cuales Satanás seduciría, si fuese posible, a los mismos escogidos.

El decreto que ha de proclamarse contra el pueblo de Dios será muy similar al que promulgó Asuero contra los judíos en el tiempo de Ester. El edicto persa brotó de la malicia de Amán hacia Mardoqueo. No porque Mardoqueo le hubiese hecho daño, sino porque se negaba a mostrarle la reverencia que pertenece solamente a Dios. La decisión del rey contra los judíos fue obtenida con falsas declaraciones por calumnias contra ese pueblo peculiar. Satanás inspiró el plan, a fin de librar la tierra de aquellos que preservaban el conocimiento del verdadero Dios. Pero sus maquinaciones fueron derrotadas por un poder contrario que reina entre los hijos de los hombres. Los ángeles que son poderosos en fortaleza fueron comisionados para que protegiesen al pueblo de Dios, y las maquinaciones de sus adversarios recayeron sobre sus propias cabezas.

El mundo protestante de hoy ve en el pequeño grupo que guarda el sábado un Mardoqueo a la puerta. Su carácter y su conducta, que expresan reverencia por la ley de Dios, son una reprensión constante para los que han desechado el temor de Jehová y están pisoteando su sábado; de alguna manera hay que deshacerse del molesto intruso.

La misma mente magistral que maquinó contra los fieles en siglos pasados sigue procurando librar la tierra de aquellos que temen a Dios y obedecen su ley. Satanás excitará indignación contra la humilde minoría que concienzudamente se niega a aceptar las costumbres y tradiciones populares. Hombres de posición y reputación se unirán con los inicuos y los viles para maquinar contra el pueblo de Dios. La riqueza, el genio y la educación se combinarán para cubrirlos de escarnio. Los perseguidores gobernantes, ministros de la religión y miembros de las iglesias conspirarán contra ellos. De viva voz y por la pluma, con jactanciosas amenazas y ridículo, procurarán destruir su fe. Por calumnias y airados llamamientos, despertarán las pasiones del pueblo. No teniendo un “Así dicen las Escrituras”, para presentarlo contra los defensores del sábado bíblico, recurrirán a promulgaciones opresivas para suplir la falta. Para obtener popularidad y apoyo, los legisladores cederán a la demanda de una ley dominical. Los que temen a Dios no pueden aceptar una institución que viola los preceptos del Decálogo. Sobre este campo de batalla se produce el último gran conflicto de la controversia entre la verdad y el error. Y no se nos deja en duda en cuanto al resultado. Ahora, como en los días de Mardoqueo, el Señor vindicará su verdad y su pueblo.

Por el decreto que imponga la institución del papado en violación a la ley de Dios, nuestra nación se separará completamente de la justicia. Cuando el protestantismo extienda la mano a través del abismo para asir la mano del poder romano, cuando se incline por encima del abismo para darse la mano con el espiritismo, cuando, bajo la influencia de esta triple unión, nuestro país repudie todo principio de su constitución como gobierno protestante y republicano, y haga provisión para la propagación de las mentiras y seducciones papales, entonces sabremos que ha llegado el tiempo en que se verá la asombrosa obra de Satanás, y que el fin está cerca.

Como el acercamiento de los ejércitos romanos fue para los discípulos una señal de la inminente destrucción de Jerusalén, esta apostasía podrá ser para nosotros una señal de que se llegó al límite de la tolerancia de Dios, de que nuestra nación colmó la medida de su iniquidad, y de que el ángel de la misericordia está por emprender el vuelo para nunca volver. Los hijos de Dios se verán entonces sumidos en aquellas escenas de aflicción y angustia de Jacob. Ascienden al cielo los clamores de los fieles y perseguidos. Y como la sangre de Abel clamó desde el suelo, hay voces que claman a Dios desde la tumba de los mártires, desde los sepulcros del mar, desde las cuevas de las montañas, desde las bóvedas de los conventos: “¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre de los que moran en la tierra?” Apocalipsis 6:10.

El Señor está haciendo su obra. Todo el cielo está conmovido. El Juez de toda la tierra ha de levantarse pronto para vindicar su autoridad insultada. La señal de la liberación será puesta sobre los que guardan los mandamientos de Dios, reverencian su ley y rechazan la marca de la bestia y su imagen.

Dios ha revelado lo que ha de acontecer en los postreros días, a fin de que su pueblo esté preparado para resistir la tempestad de oposición e ira. Aquellos a quienes se les han anunciado los sucesos que les esperan, no han de permanecer sentados en tranquila expectación de la tormenta venidera, consolándose con el pensamiento de que el Señor protegerá a sus fieles en el día de la tribulación. Hemos de ser como hombres que aguardan a su Señor, no en ociosa expectativa, sino trabajando fervientemente, con fe inquebrantable. No es ahora el momento de permitir que nuestras mentes se enfrasquen en cosas de menor importancia. Mientras los hombres están durmiendo, Satanás arregla activamente los asuntos de tal manera que el pueblo de Dios no obtenga misericordia ni justicia. El movimiento dominical se está abriendo paso en las tinieblas. Los dirigentes están ocultando el fin verdadero, y muchos de los que se unen al movimiento no ven hacia dónde tiende la corriente que se hace sentir por debajo. Los fines que profesan son benignos y aparentemente cristianos; pero cuando hablen, se revelará el espíritu del dragón.

Es nuestro deber hacer todo lo que está en nuestro poder para evitar el peligro que nos amenaza. Debemos esforzarnos por desarmar el prejuicio y colocarnos en la debida luz delante de la gente. Debemos presentarles realmente lo que está en cuestión, e interponer así la protesta más eficaz contra las medidas destinadas a restringir la libertad de conciencia. Debemos escudriñar las Escrituras para poder dar razón de nuestra fe. Dice el profeta: “Los impíos obrarán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero entenderán los entendidos”. Daniel 12:10.

Los que tienen acceso a Dios por Cristo tienen que hacer una obra importante. Ahora es el momento de echar mano del brazo de nuestra fuerza. La oración de los pastores y los miembros laicos debe ser la oración de David: “Tiempo es de actuar, oh Jehová; porque han invalidado tu ley”. Salmos 119:126. Lloren los siervos de Jehová entre el pórtico y el altar, clamando: “Perdona, oh Jehová a tu pueblo, y no pongas en oprobio tu heredad”. Joel 2:17.

Dios obró siempre en favor de su pueblo en su más extrema necesidad, cuando parecía haber menos esperanza de que se pudiese evitar la ruina. Los designios de los impíos enemigos de la iglesia están sujetos a su poder y su providencia es capaz de predominar sobre ellos. El puede obrar sobre los corazones de los estadistas; la ira de los turbulentos y desafectos aborrecedores de Dios, de su verdad y de su pueblo, puede ser desviada, como se desvían los ríos cuando él lo ordena. La oración mueve el brazo de la Omnipotencia. El que manda a las estrellas en su orden en el firmamento, cuya palabra domina a todo el mar, el mismo Creador infinito, obrará en favor de sus hijos si ellos le invocan con fe. El refrenará las fuerzas de las tinieblas, hasta que se dé al mundo la amonestación y todos los que quieran escucharla estén preparados para el conflicto.

“Ciertamente la ira del hombre te acarreará alabanza” -dice el salmista-: “tú reprimirás el resto de las iras”. Salmos 76:10. Dios quiere que la verdad probadora se destaque al frente y llegue a ser tema de examen y de discusión, aunque sea por el desprecio que se le imponga. Deben agitarse los espíritus. Toda controversia, todo oprobio y toda calumnia serán para Dios el medio de provocar investigación y despertar las mentes que de otra manera dormitarían.

Así fue en la historia pasada del pueblo de Dios. Por negarse a adorar la imagen de oro que Nabucodonosor había levantado, los tres hebreos fueron arrojados al horno ardiente. Pero Dios protegió a sus siervos en medio de las llamas, y la tentativa de imponer la idolatría resultó en que el conocimiento del verdadero Dios fue presentado a la congregación de príncipes y nobles del vasto reino de Babilonia.

Así sucedió también cuando se promulgó el decreto que prohibía que se hiciese oración a cualquier dios menos al rey. Como Daniel, según su costumbre, suplicaba tres veces por día al Dios del cielo, la atención de los príncipes gobernantes fue atraída a su caso. Tuvo oportunidad de hablar en su defensa, de demostrar quién es el verdadero Dios y presentar la razón por la cual él solo debe recibir la adoración y nosotros debemos rendirle alabanza y homenaje. Y al ser liberado Daniel del foso de los leones, se tuvo otra evidencia de que el Ser a quien adoraba era el Dios verdadero y vivo.

Así también el encarcelamiento de Pablo llevó el Evangelio ante reyes, príncipes y gobernantes que de otra manera no habrían tenido esa luz. Los esfuerzos hechos para retardar el progreso de la verdad servirán para impulsarlo y ensancharlo. Desde cualquier punto que se considere la verdad, su excelencia se destacará con claridad cada vez más intensa. El error requiere disfraz y ocultamiento. Se viste de manto angelical y toda manifestación de su verdadero carácter disminuye sus probabilidades de éxito.

Las personas a quienes Dios ha hecho depositarias de su ley no han de permitir que se oculte su luz. La verdad debe ser proclamada en los lugares oscuros de la tierra. Hay que hacer frente a los obstáculos y superarlos. Debe hacerse una gran obra, y esta obra ha sido confiada a los que conocen la verdad. Deben interceder poderosamente con Dios para obtener ayuda ahora. El amor de Cristo debe difundirse en su propio corazón. El Espíritu de Cristo debe ser derramado sobre ellos, y deben prepararse para subsistir en el juicio. Mientras se estén consagrando ellos mismos a Dios, un poder convincente acompañará sus esfuerzos para presentar la verdad a otros, y su luz hallará acceso a muchos corazones.

Ya no debemos dormir en el terreno encantado de Satanás, sino poner a requisición todos nuestros recursos y valernos de toda oportunidad que nos ha provisto la Providencia. La última amonestación ha de ser proclamada “a muchos pueblos y gentes y lenguas y reyes” (Apocalipsis 10:11), y se nos hace la promesa: “He aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” Mateo 28:20.

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, pp. 425-430.

La gran apostasía se desarrollará en tinieblas tan densas como las de medianoche

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La venida de Cristo se producirá en el momento más obscuro de la historia de esta tierra. Los días de Noé y de Lot representan la condición del mundo precisamente antes que venga el Hijo del hombre. Apuntando hacia este tiempo, las Escrituras declaran que Satanás obrará con potencia y “con todo engaño de iniquidad.” 2 Tesalonicenses 2:9, 10. Su obra queda claramente revelada por el aumento acelerado de las tinieblas, los múltiples errores, herejías y engaños de estos postreros días. No sólo está Satanás llevando cautivo al mundo, sino que sus seducciones están leudando a las iglesias que profesan ser de nuestro Señor Jesucristo. La gran apostasía se desarrollará en tinieblas tan densas como las de medianoche. Para el pueblo de Dios, será una noche de prueba, de llanto y de persecución por causa de la verdad. Pero de esa noche de tinieblas resplandecerá la luz de Dios.PR 529.2

El “mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz.” 2 Corintios 4:6. Cuando “la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, … el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz: y fué la luz.” Génesis 1:2, 3. Así también en la noche de tinieblas espirituales dice Dios: “Sea la luz.” Ordena a su pueblo: “Levántate, resplandece; que ha venido tu lumbre, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.” Isaías 60:1.PR 529.3

Dice la Escritura: “He aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad los pueblos: mas sobre ti nacerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria.” Vers. 2. Cristo, manifestación de la gloria del Padre, vino al mundo para ser su luz. Vino para representar a Dios ante los hombres, y de él fué escrito que “le ungió Dios de Espíritu Santo y de potencia,” y “anduvo haciendo bienes.” Hechos 10:38. En la sinagoga de Nazaret dijo: “El Espíritu del Señor es sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres: me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón; para pregonar a los cautivos libertad, y a los ciegos vista; para poner en libertad a los quebrantados: para predicar el año agradable del Señor.” Lucas 4:18, 19. Tal era la obra que encargó a sus discípulos que hiciesen. Les dijo: “Vosotros sois la luz del mundo… Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” Mateo 5:14, 16.

Profetas y Reyes, p.529,530.

¿HAY FECHA PARA EL RETORNO DE CRISTO?

Published on Mar 9, 2014

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Has oído el mensaje

Himnario Adventista 179 Has oído el mensaje

Uploaded on Sep 8, 2010

Dirigido por la Asociacion Adventista de Mayaguez, Dios los bendiga.

Señales antes del fin

Señales antes del fin

Otipena1

Uploaded on Sep 12, 2008

Señales de la venida de Jesus

 

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¿Pues qué haremos?

 

Vino palabra del Señor sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.

3 Y él vino por toda la tierra al rededor del Jordán predicando el bautismo del arrepentimiento para la remisión de pecados;

4 Como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías que dice: Voz del que clama en el desierto: Aparejad el camino del Señor, Haced derechas sus sendas.

5 Todo valle se henchirá, Y bajaráse todo monte y collado; Y los caminos torcidos serán enderezados, Y los caminos ásperos allanados;

6 Y verá toda carne la salvación de Dios.

7 Y decía á las gentes que salían para ser bautizadas de él: ­Oh generación de víboras, quién os enseñó á huir de la ira que vendrá?

8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis á decir en vosotros mismos: Tenemos á Abraham por padre: porque os digo que puede Dios, aun de estas piedras, levantar hijos á Abraham.

9 Y ya también el hacha está puesta á la raíz de los árboles: todo árbol pues que no hace buen fruto, es cortado, y echado en el fuego.

10 Y las gentes le preguntaban, diciendo: ¿Pues qué haremos?

11 Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.

12 Y vinieron también publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos?

13 Y él les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado.

14 Y le preguntaron también los soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dice: No hagáis extorsión á nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestras pagas.

15 Y estando el pueblo esperando, y pensando todos de Juan en sus corazones, si él fuese el Cristo,

16 Respondió Juan, diciendo á todos: Yo, á la verdad, os bautizo en agua; mas viene quien es más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de sus zapatos: él os bautizará en Espíritu Santo y fuego;

17 Cuyo bieldo está en su mano, y limpiará su era, y juntará el trigo en su alfolí, y la paja quemará en fuego que nunca se apagará.

18 Y amonestando, otras muchas cosas también anunciaba al pueblo.

Lucas 3:2b-18.

El Fin del Mundo y El Regreso de Cristo Jesus (Version 2.0)

Abner Astudillo

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Uploaded on Apr 22, 2010

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Acontecimientos finales antes del regreso de Cristo. .

Mirad, que nadie os engañe

Marcos 13

Reina-Valera Antigua (RVA)

13 Y SALIENDO del templo, le dice uno de sus discípulos: Maestro, mira qué piedras, y qué edificios.

Y Jesús respondiendo, le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? no quedará piedra sobre piedra que no sea derribada.

Y sentándose en el monte de las Olivas delante del templo, le preguntaron aparte Pedro y Jacobo y Juan y Andrés:

Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿y qué señal habrá cuando todas estas cosas han de cumplirse?

Y Jesús respondiéndoles, comenzó á decir: Mirad, que nadie os engañe;

Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañaran á muchos.

Mas cuando oyereis de guerras y de rumores de guerras no os turbéis, porque conviene hacerse así; mas aun no será el fin.

Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores serán estos.

Mas vosotros mirad por vosotros: porque os entregarán en los concilios, y en sinagogas seréis azotados: y delante de presidentes y de reyes seréis llamados por causa de mí, en testimonio á ellos.

10 Y á todas las gentes conviene que el evangelio sea predicado antes.

11 Y cuando os trajeren para entregaros, no premeditéis qué habéis de decir, ni lo penséis: mas lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo.

12 Y entregará á la muerte el hermano al hermano, y el padre al hijo: y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán.

13 Y seréis aborrecidos de todos por mi nombre: mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.

14 Empero cuando viereis la abominación de asolamiento, que fué dicha por el profeta Daniel, que estará donde no debe (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan á los montes;

15 Y el que esté sobre el terrado, no descienda á la casa, ni entre para tomar algo de su casa;

16 Y el que estuviere en el campo, no vuelva atrás á tomar su capa.

17 Mas ­ay de las preñadas, y de las que criaren en aquellos días!

18 Orad pues, que no acontezca vuestra huída en invierno.

19 Porque aquellos días serán de aflicción, cual nunca fué desde el principio de la creación que crió Dios, hasta este tiempo, ni será.

20 Y si el Señor no hubiese abreviado aquellos días, ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos que él escogió, abrevió aquellos días.

21 Y entonces si alguno os dijere: He aquí, aquí está el Cristo; ó, He aquí, allí está, no le creáis.

22 Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y darán señales y prodigios, para engañar, si se pudiese hacer, aun á los escogidos.

23 Mas vosotros mirad; os lo he dicho antes todo.

24 Empero en aquellos días, después de aquella aflicción, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su resplandor;

25 Y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes que están en los cielos serán conmovidas;

26 Y entonces verán al Hijo del hombre, que vendrá en las nubes con mucha potestad y gloria.

27 Y entonces enviará sus ángeles, y juntará sus escogidos de los cuatro vientos, desde el cabo de la tierra hasta el cabo del cielo.

28 De la higuera aprended la semejanza: Cuando su rama ya se enternece, y brota hojas, conocéis que el verano está cerca:

29 Así también vosotros, cuando viereis hacerse estas cosas, conoced que está cerca, á las puertas.

30 De cierto os digo que no pasará esta generación, que todas estas cosas no sean hechas.

31 El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.

32 Empero de aquel día y de la hora, nadie sabe; ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.

33 Mirad, velad y orad: porque no sabéis cuándo será el tiempo.

34 Como el hombre que partiéndose lejos, dejó su casa, y dió facultad á sus siervos, y á cada uno su obra, y al portero mandó que velase:

35 Velad pues, porque no sabéis cuándo el señor de la casa vendrá; si á la tarde, ó á la media noche, ó al canto del gallo, ó á la mañana;

36 Porque cuando viniere de repente, no os halle durmiendo.

37 Y las cosas que á vosotros digo, á todos las dijo: Velad.

 

Éste es Jehová á quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salud.

Isaías 25

1JEHOVA, tú eres mi Dios: te ensalzaré, alabaré tu nombre; porque has hecho maravillas, los consejos antiguos, la verdad firme.

2Que tornaste la ciudad en montón, la ciudad fuerte en ruina: el alcázar de los extraños que no sea ciudad, ni nunca jamás sea reedeficada.

3Por esto te dará gloria el pueblo fuerte, te temerá la ciudad de gentes robustas.

4Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, amparo contra el turbión, sombra contra el calor: porque el ímpetu de los violentos es como turbión contra frontispicio.

5Como el calor en lugar seco, así humillarás el orgullo de los extraños; y como calor debajo de nube, harás marchitar el pimpollo de los robustos.

6Y Jehová de los ejércitos hará en este monte á todos los pueblos convite de engordados, convite de purificados, de gruesos tuétanos, de purificados líquidos.

7Y deshará en este monte la máscara de la cobertura con que están cubiertos todos los pueblos, y la cubierta que está extendida sobre todas las gentes.

8Destruirá á la muerte para siempre; y enjugará el Señor toda lágrima de todos los rostros: y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra: porque Jehová lo ha dicho.

9Y se dirá en aquel día: He aquí este es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová á quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salud.

10Porque la mano de Jehová reposará en este monte, y Moab será trillado debajo de él, como es trillada la paja en el muladar.

11Y extenderá su mano por en medio de él, como la extiende el nadador para nadar: y abatirá su soberbia con los miembros de sus manos:

12Y allanará la fortaleza de tus altos muros: la humillará y echará á tierra, hasta el polvo.

Reina-Valera Antigua (RVA)

Porque el acusador de nuestros hermanos ha sido arrojado

Apocalipsis 12
1Y UNA grande señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.
2Y estando preñada, clamaba con dolores de parto, y sufría tormento por parir.

3Y fué vista otra señal en el cielo: y he aquí un grande dragón bermejo, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas.

4Y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las echó en tierra. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para parir, á fin de devorar á su hijo cuando hubiese parido.

5Y ella parió un hijo varón, el cual había de regir todas las gentes con vara de hierro: y su hijo fué arrebatado para Dios y á su trono.

6Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar aparejado de Dios, para que allí la mantengan mil doscientos y sesenta días.

7Y fué hecha una grande batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lidiaban contra el dragón; y lidiaba el dragón y sus ángeles.

8Y no prevalecieron, ni su lugar fué más hallado en el cielo.

9Y fué lanzado fuera aquel gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña á todo el mundo; fué arrojado en tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.

10Y oí una grande voz en el cielo que decía: Ahora ha venido la salvación, y la virtud, y el reino de nuestro Dios, y el poder de su Cristo; porque el acusador de nuestros hermanos ha sido arrojado, el cual los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.

11Y ellos le han vencido por la sangre del Cordero, y por la palabra de su testimonio; y no han amado sus vidas hasta la muerte.

12Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido á vosotros, teniendo grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo.

13Y cuando vió el dragón que él había sido arrojado á la tierra, persiguió á la mujer que había parido al hijo varón.

14Y fueron dadas á la mujer dos alas de grande águila, para que de la presencia de la serpiente volase al desierto, á su lugar, donde es mantenida por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo.

15Y la serpiente echó de su boca tras la mujer agua como un río, á fin de hacer que fuese arrebatada del río.

16Y la tierra ayudó á la mujer, y la tierra abrió su boca, y sorbió el río que había echado el dragón de su boca.

17Entonces el dragón fué airado contra la mujer; y se fué á hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo.

Reina-Valera Antigua (RVA)